Lleno absoluto

La cosa prometía y se cumplieron las expectativas. La sala sinfónica del Auditorio estaba repleta: había de casi todo, incluidos los que suelen ser llevados por el tradicional método del acarreo de alguna que otra universidad popular-popular. Pero también había de bandos contrarios, dispuestos a hacer de claqué en el caso de que fuera necesario gritar “No a la guerra”. No hizo falta: Garzón se ocupó de decírselo todo al PP, de desmontar uno tras otro todos los argumentos que Aznar y los suyos esgrimen con el descaro de los mentirosos; de llamar a las cosas por su nombre desde todas las ópticas, incluida la de la legalidad y el Estado de Derecho. Una conferencia por la que tenemos que felicitar muy efusivamente a nuestro siempre admirado Larry Álvarez, comisario de agitación y propaganda del centro reformista, patriótico, pacifista y olé.