Lobo y Acosta, amigos de antes

Se nos iba a pasar comentarles algunos pormenores sabrosos sobre el nombramiento, al parecer ilegal, del secretario del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, recaído graciosamente en Miguel Ángel Acosta. Dicen los que saben de esto que ni Paco Santiago, presidente, ni Manuel Lobo, rector, ni sus respectivos equipos, quisieron caer en la cuenta de las nuevas prescripciones legales por el cariño que guarda Lobo a Acosta. Dicen que en tiempos en que el doctor Pedro Betancort se presentó a las elecciones para el Rectorado consiguió que le apoyaran los estudiantes, o al menos los estudiantes organizados. Sólo hubo una voz discordante, la de Miguel Ángel Acosta, que se inclinó por apoyar a Manolo Lobo en aplicación de su libertad de elegir y de apoyar, quede constancia. En realidad hubo dos llamativas voces discordantes: la otra fue la de Celso Perdomo, por entonces estudiante reincidente, hoy director general de Industria del Gobierno de Canarias.