Menores, mujeres y escoltas

Inversión total en las prioridades. En la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria ha pasado a ser más importante que su alcalde, el popular Juan José Cardona, se presente en la Gala de Elección de la Reina del Carnaval convenientemente arropado por dos escoltas que le permitan presumir en poderío con su jefe de filas, José Manuel Soria, con otros dos escoltas, que el cuidado y la protección a las mujeres víctimas de violencia machista, los menores en riesgo o los mayores necesitados de atención domiciliaria. Los hechos así lo ponen de manifiesto porque el desmantelamiento de servicios considerados hasta ahora esenciales para los colectivos más necesitados de protección ha sido prácticamente imparable desde que el PP ganó las elecciones de mayo del año pasado. Hasta la Policía Local se está quejando de la ausencia de recursos para poder atender el incremento de personas sin techo que eligen portales y cajeros automáticos para dormir protegidos del frío de la noche, mientras instalaciones acabadas y prácticamente listas para su uso permanecen cerradas a la espera de que los vecinos, la oposición y los medios informativos nos olvidemos de ellas y miremos para otro lado para que se puedan destinar a usos más rentables electoralmente. Hasta los agentes policiales de paisano destinados a atender el Servicio Especial de Atención a la Mujer y el Menor fueron trasladados de servicio desde el pasado octubre para ponerlos a patrullar de uniforme.