Mensajes subliminales

3.000 euros de hoy vienen a equivaler a 500.000 chuchas de las de antes. En esa conversión se mueve el alcalde en funciones de Gáldar, uno de nuestros protagonistas de hoy, que anda el hombre levantando alfombras, encargando informes y poniendo vigilancia a sus propios compañeros de grupo, de los que se teme lo peor. Pipo, por ejemplo, el concejal de Policía y antiguo jefe orgánico del mismo cuerpo, tiene que explicarle por qué no actúan los agentes en las numerosas obras sin licencia que están proliferando por todo el Guanartemato. Si no se ingresa por licencia ni se ingresa por disciplina urbanística alguien tiene que estar ingresando. Y nada decimos de la esposa de un hacendístico concejal que se dedica a vender joyas puerta a puerta sin declarar al fisco, lo que equivale a dejar en evidencia la labor de su señor esposo de ella. Total, que Gáldar es un polvorín, y nosotros ya no fumamos.