Mucha basura debajo del Palacio de maqueta

Mayo de 2003 fue un mes frenético para el todavía alcalde Soria. En campaña electoral, inauguraba los campos de fútbol de La Ballena a toda prisa -como aquella Ican-CC el Estadio de Gran Canaria, que nadie se salvaba por esos días-, y, de paso, el líder del PP canario presentaba el remate al Parque Deportivo: el Palacio Municipal de Deportes, donde el baloncesto daría el salto de calidad que todavía necesita en materia de infraestructuras. Y de aquello, aparte de la linda maqueta, nada más se supo. O más bien sí: La Ballena se asienta sobre un antiguo vertedero de basuras, mamando años tal cantidad de residuos químicos, que cualquier cimentación segura es una quimera. Los propios campos de fútbol lo han sufrido en su superficie desfondada. Ahora, con el finiquito oficial a la Ciudad del Agua, Siete Palmas se baraja como una de las alternativas para el pabellón, en el futuro remate urbanístico y deportivo de la zona. Es sólo una opción. Una buena idea a estudiar por Cabildo y Ayuntamiento. Como la propia cimentación del barranco alternativo, que chisman los expertos que también se las traen los pies de barro del ex Angulo Arena.