Onelio insiste

Lo dicho. Esta campaña electoral pasará a la historia como la más extravagante de todas. Los supermegaposters superguays de Soria, a los que siguió uno de Román (4.500 euros para la UD por colocarlo en el Insular), los excesos en vallas, cuñas de radio, spots de televisión, folletos, pegatinas, coches come-cocos, puntos de información electoral, camiones gigantes con caretos más gigantes, páginas a todo color, faldones enormes en primera página compitiendo con lo de los quistes y el especiero... parecían inigualables. Pero no, nos faltaba la penúltima jugada de Onelio Ramos, protolíder del insularismo grancanario, martillo de áticos y chicharreros, que también maneja plata que es un gusto, como ha venido acreditando los últimos meses. Este jueves pagó suplemento publicitario en Canarias 7 (lo de publicitario, es decir, de pago, lo decimos nosotros) para, entre otras cosas, atribuirse la circunvalación (se olvidó del auditorio y de la montaña de Arucas). Curioso comportamiento electoral, que debe ser respuesta al clamor de sus votantes, cabreados con la decisión de Onelio Ramos de echarse en brazos del PP a ver si, por casualidad, cae algo.