Ota vez saltándose la ley

Lo que pretende Sánchez-Simón, entendemos que con la bendición y/o exigencia de José Manuel Soria, es recuperar el poder absoluto en el Puerto, la autonomía precisa para que pueda hacer y deshacer a su antojo, sin incómodos controles democráticos y sin que el Ministerio de Fomento tenga capacidad de reacción inmediata. Lo mismo, exactamente lo mismo, que consiguió el PP colocando a José Manuel Arnáiz al frente de ese mismo organismo para que ejecutar las órdenes de la superioridad, fueran o no fueran legales, y para que de paso, se llevara por delante el prestigio, el patrimonio y las cuentas de la Autoridad Portuaria. La primera decisión que quiere tomar Sánchez-Simón una vez los consejeros le cedan las competencias en materia de personal, será nombrar a José Daniel López director del Puerto. Y lo hará sin las mínimas prevenciones legales de selección abierta y pública, como ocurrirá con la que se perfila como nueva jefa de los servicios jurídicos, Ana Castillo. Ninguno de los dos fueron contratados en su día siguiendo las prescripciones de la Ley. Nos explicamos.