El PSOE fuerza el amparo

Algunas caras presentes en el Parlamento lo decían todo este martes. “La que nos está cayendo, Mari”, venían a expresar sin palabras. De entre todas, llamaba la atención por su demacrada irritación la de la ex consejera de Sanidad, Mercedes Roldós, que se las prometía muy felices tras conseguir que se quedaran dentro del Servicio Canario de Salud personas de su máxima confianza, como Guillermo Martinón y Lourdes Quesada, tanto monta monta tanto. No podemos relatarles la cara que puso José Manuel Soria cuando empezó el debate sobre Lifeblood porque abandonó el salón de plenos minutos antes (regresó después de la tormenta). Los socialistas estaban muy cabreados y no lo ocultaron, no ya por el relajo de la ocultación de información, que también los trae a mal traer, sino por la descarada estrategia de CC de jugar a tapar al PP. En un escrito presentado a la Mesa han reclamado del presidente Castro el amparo que está obligado a otorgarles, máxime después de leer una clarificadora frase del consejero Bañolas en el envío de documentación desde Sanidad a la Cámara: “En esta fecha, sin conclusión del procedimiento [por el recurso interpuesto por Baxter], no puede deslizarse una interferencia en las competencias del Ejecutivo por parte del Parlamento, que, así, se extralimitaría en sus funciones”. ¿Un Parlamento extralimitándose en sus funciones de control? Alguien que no es el Parlamento se ha extralimitado en las suyas.