Y Pepa, que ya no debe liderar

Sólo un día ha tardado el mandamás grancanario en voltear las cartas, y lo peor es que lo ha hecho cuando nadie se lo ha pedido. Veinticuatro horas antes de dar el visto bueno para que saliera a la luz su contraofensiva, señalaba en una entrevista bajo palio en su diario favorito -Canarias 7- que a él que lo registraran, que el istmo es cosa de Pepa. Vamos que defendía a capa y espada lo que hacía el Ayuntamiento en torno al istmo, pero sin abandonar la pose de estoy súper de acuerdo, mientras la corriente entraba por la puerta de atrás, abierta de par en par para cuando toque salir corriendo. Y aquí viene el segundo error estratégico. Ahora él solito se ha cerrado la puerta por la que huir cuando la razón impere y se obligue a hacer las cosas como manda la ley. Con su carta, se ha puesto al frente del proyecto, junto al Club de los Cinco y a Pepa.