Poveda sigue con sus privilegios

Mientras llega el día 21 para conocer qué hará en el consejo el representante de los trabajadores, hemos sabido que el irrepetible Antonio Poveda, que fuera anterior consejero en nombre de los empleados y sin la venia de éstos, sigue siendo el favorito de la dirección y de la presidencia de la entidad. Dijeron que era un hombre de Carmelo Ramírez, pero debe haberse pasado ahora al bando mauriciano, como es menester, para poder seguir disfrutando de ciertas prebendas. Por ejemplo, el bueno de Poveda sigue gozando del placer de tener una plaza de garaje en los subterráneos de la central de Triana 120, donde aparca cada día, y desde donde toma un ascensor que le coloca directamente en la antesala de la dirección, en la quinta planta, donde se pone a disposición de la superioridad para lo que pudiera ofrecerse. Lo mismo un zurcido que un fregado. Hay algunos que no cambian.