Rivero hace campaña

Vale, está bien, se pasó tres pueblos con sus loas y alabanzas a José Manuel Soria, pero ¿acaso no eran merecidas? Todavía no sale de su asombro Tony Rivero por la pelotera que se ha armado alrededor de su polémico discurso del lunes. Él se bajó del estrado tan contento, convencido de que había bordado una pieza de oratoria única, y se lo reprochan de este modo. No obstante, ya ha pedido perdón y se piensa someter a los rigores de una mesa de la Confederación Canaria de Empresarios, donde no las tiene precisamente todas consigo. De ahí que se le pueda ver estos días en frenética actividad dialogando con los miembros de la mesa de la CCE para que al menos el talegazo no sea indigno. En la imagen que acompaña estas letras se le puede ver con Deborah Verde, presidenta de los empresarios de la construcción, que no se caracteriza por ser precisamente una deboradora de presidentes en crisis. Se lo pondrán elegante, seguro. Pero sospechamos que de aquí al lunes, día del comité ejecutivo, Rivero no va a descansar. [Por cierto, Paulino Rivero y José Manuel Soria afirman que el presidente de la CCE no les ha llamado para darles una explicación, como aseguró el dirigente empresarial].