Robalinternas en el Carnaval

Los hay que se saben divertir de lo lindo sin salirse de los cauces habituales, es decir, aquéllos que permiten cierta transgresión de las normas hasta el límite exacto en que empieza la libertad de los demás para divertirse con la misma naturalidad. También los hay que no miden las consecuencias de sus diversiones y colocan al resto del personal en situación de indefensión. En este último apartado podría situarse la actitud del par de mentecatos que el pasado lunes se acercaron por la zona donde Cruz Roja tenía su lancha de salvamento para afanarle dos linternas acuáticas, necesarias para casos de rescate. Es decir, especialmente para aquellos accidentes protagonizados por carnavaleros que acuden al borde del muelle a desahogar y pierden el equilibrio por el efecto mareo que, como su propio nombre indica, produce la mar. Una lancha, por cierto, que fue finalmente habilitada para la ocasión tras el comentario criticón que dejamos caer en esta misma sección en su momento. Felicitamos a los responsables que recapacitaron y rogamos a los robalinternas que las devuelvan, que lo mismo sirven algún día para verles el jocico en un rescate marino.