Sobre este blog

El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Robles, De la Vega y Varela

La partida de la que habla el periodista Mateo Balín la juegan en el tablero del Tribunal Supremo los magistrados que tienen potestad para hacerlo, pero alrededor de los jugadores han estado siempre pululando personajes imprescindibles que el periodista Mateo Balín describe con la brevedad y la riqueza del orfebre. Por ejemplo, resalta cómo sería imposible de entender esta cacería a Garzón sin el concurso de la vocal del Poder Judicial Margarita Robles, elegida por el tercio teóricamente progresista, que tiene contra Garzón viejos desencuentros de la etapa en que el ex magistrado era firme candidato a ministro en un pulso ante Felipe González que finalmente ganó Juan Alberto Belloch. El hoy alcalde de Zaragoza se apoyó en dos mujeres que marcaron a Garzón con la cruz de los ofensores a las que se espera en la bajadita. Esas dos mujeres son Margarita Robles, magistrada del Supremo en excedencia, y María Teresa Fernández de la Vega, ex vicepresidenta del Gobierno, hoy consejera de Estado y autora de la famosa frase “se van a acabar las garzonadas”, repetida estos días en Las Salesas. Un tercer presunto progresista, el magistrado del Supremo Luciano Varela, instructor de la causa contra los crímenes del franquismo y autor intelectual de la mejorada querella del sindicato ultraderechista Manos Limpias, acumula algunos resquemores contra el ex juez estrella precisamente de la etapa en que saltó el primer caso que lo hizo famoso: la operación Nécora. Luciano Varela, con ganada fama de recto e irreductible, colaboró inicialmente en la causa desde su puesto de magistrado de la Audiencia Provincial de Pontevedra, incluso fue quien puso al arrepentido Portabales ante Garzón. Pero fue éste quien se llevó las medallas. A la bajadita lo estaba esperando.

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