Salieron trasquilados

La frase la pronunció en octubre pasado Australia Navarro delante de los empresarios de los casinos de Canarias cuando éstos la fueron a ver en lo que fue la primera y última entrevista oficial entre las partes. Los empresarios tardaron un tiempo en obtener la cita, a la que acudieron con el firme propósito de pedir a la consejera del ramo tres cosas: una rebaja de la presión fiscal sobre el juego, al estilo de la que disfrutan sus colegas de Castilla la Mancha (un 16% frente al 52 de aquí); una mayor flexibilidad en la aplicación del reglamento del personal de los casinos, de modo que se modifiquen normas como la de la obligatoriedad de descanso cada 45 minutos para los croupiers, y, en tercer lugar, la congelación de la concesión de nuevas licencias de casinos. Fue en ese instante cuando Navarro les echó a todos un jarro de agua fría: habría nuevas licencias, cinco concretamente, y todas en la provincia de Las Palmas. Sin mayores explicaciones.