Silenciar a la oposición

En un glorioso comunicado emitido este viernes, José Mari Ponce denuncia algo en lo que tiene toda la razón del mundo: los grupos de gobierno en las instituciones deben dar entrada a la oposición en aquellos órganos decisorios e informativos donde se pueda ejercer el control democrático de los que mandan. Lo malo es que el señor Ponce tiene en su maestro y mentor, José Manuel Soria, al campeón del mundo en el totalitario arte de ciscarse en la oposición, echarla de los órganos, rebajarle las asignaciones económicas, y encima, colocarla en la imaginería con seis escalones de desventaja. No obstante, sería conveniente y saludable que al señor Ponce el alcalde socialista de Arucas le diera la oportunidad que Soria no da a los socialistas en el Cabildo. Más que nada porque ya bastante tiene la isla con la quiebra democrática en la Corporación insular como para que todo se contagie.