Soria ha ejercido la presión contra los periodistas desafectos siempre desde el poder, siempre haciendo valer su autoridad, tanto en la fórmula escogida para presentar sus denuncias como en el momento procesal de reclamar penas de cárcel para los imputados. Miente cuando dice que no ha actuado de esa manera siendo miembro del Gobierno porque sus escritos de acusación, como ha quedado probado aquí, fueron formulados cuando ya se sentaba junto al presidente Rivero. Su penúltima sentencia desfavorable, la que le condenaba en primera instancia a pagar las costas judiciales por el caso chalet al tiempo que eran absueltos los dos periodistas denunciados, la acaba de recurrir ante la Audiencia Provincial de Las Palmas, pero no en lo que respecta a dicha absolución, sino al pago de las costas. Veamos sus argumentos, que también son muy propios del personaje.