Vaticinan grandes desgracias

No hay unanimidad, como les decíamos, en las reacciones captadas entre los socialistas disueltos de Tenerife. Porque habrá unos cuantos que hagan realidad por fin su ansiado sueño de constituirse en un nuevo partido político, ajeno a esas tiranteces de los estatutos del PSOE y felices de poder mostrarse tal y como son. Desconocemos el número de integrantes de esta corriente rompedora, pero nos aseguran que no son muchos ni están muy avenidos. Luego están los que piensan seguir militando en el PSC pero, cabizbajos, se retirarán a sus cuarteles de invierno, vulgo el salón de su casa, a esperar tiempos mejores. Un tercer grupo lo integrarían los que han anunciado que irán a los tribunales de Justicia, pero esos, según Julio Cruz, no serán “militantes reales”, lo que nos lleva a concluir que a) se marcharán del partido antes de ir al Juzgado de Guardia, o b) los echará el secretario de Organización por díscolos e infieles. En último lugar se sitúan los que, aún considerándose disueltos, se sumarán al llamamiento a la integración que ha formulado el partido. En cualquiera de los casos, todos sin excepción vaticinan grandes desgracias al PSC por esta decisión desde este miércoles consumada. Y las grandes desgracias, como las tablas de la ley, se cierran en dos: perderemos las elecciones y el cisma será aún mayor. Veremos.