Zerolo como referente

Lanzarote es un mal ejemplo para la buena política, como lo son otros puntos muy localizados del Archipiélago como Telde, Mogán, Arona o Santa Cruz de Tenerife, por poner sólo algunos casos. En esta última capital nos centramos ahora para analizar todo lo profundo que podamos las sesudas declaraciones sobre corrupción y elecciones que hizo este lunes la doble candidata del PP a la alcaldía, Cristina Tavío. “Yo creo que en Santa Cruz de Tenerife ha habido imputaciones y estas personas se han presentado a las elecciones y después han sacado unos buenos resultados. Yo creo que esto no es nuevo. No es incompatible, absolutamente. Nadie está condenado porque esté imputado”, sentenció la niña Tavío. Se refería, claro está, a Miguel Zerolo, al que su partido puso de chorizo para arriba en la campaña electoral de 2007 para acabar pactando con él con besos de tornillo incluidos. Luego vinieron los desencuentros y de nuevo los revolcones... Pero poner ahora a Miguel Zerolo como ejemplo del efecto efecto purificador que ejercen las urnas sobre los políticos con graves imputaciones por corrupción no es otra cosa que alimentar el sentimiento de alejamiento de los ciudadanos hacia esa actividad tan digna. Aún ejerciéndola como la ejerce la señora Tavío.