Habrá que ampliar capital

El problema que se le plantea al Cabildo con este amor repentino por Megaturbinas es que las concesiones de potencia experimental son para entre dos y cinco años de duración, y lógicamente con el capital que tiene Megaturbinas, 180.000 euros, no da ni para comprar la turbina tipo a instalar en Arinaga, de al menos 2.000 megawatios, que vale unos dos millones. Cosa distinta sería si Megaturbinas hubiera podido participar en el concurso, puesto que al tener todos los puntos para obtener una concesión de potencia para 25 años automáticamente, tenía un activo para varias decenas de millones de euros. De ese modo, con la concesión administrativa en el puerto y la consiguiente concesión de potencia, la empresa del Cabildo hubiera tenido financiación y recursos más que suficientes para proyectos de I+D en energías alternativas e hidrógeno. Ahora toca otra cortina de humo, a ver cómo escapan.