Un archivo desmontado por el Supremo

Nadie a estas alturas está en condiciones de concretar si el juicio contra Francisco Camps por cohecho se celebrará antes o después de las elecciones locales de mayo, lo que al Partido Popular da exactamente igual. Rajoy, en una demostración más de que la lucha contra la corrupción no está entre sus prioridades, ya lo ha confirmado como gran candidato a la Generalitat valenciana. De poco parece haber servido la lección ofrecida a todos por el caso de los trajes de este maniquí de la política, donde ha habido ingredientes que debieran hacer recapacitar a los que todavía dudan de lo que hemos dado en llamar contaminación del canapé. Porque el asunto le fue archivado a esta joya del PP en el Tribunal Superior de Valencia por intersección de su amigo del alma Juan Luis de la Rúa, hasta hace muy poco presidente de ese órgano judicial, archivo que fue revocado por el Tribunal Supremo, que ordenó la reapertura de la causa. Resulta relevante resaltar que en aquel archivo anulado, el TSJ valenciano empleó un argumento que el TSJ canario usó para dar carpetazo al caso salmón, lo que en concordancia equivale a afirmar que si no hubiera prescrito y si alguien hubiera recurrido este asunto ante el Supremo, otro gallo le estaría cantando ahora a esta víctima perseguida por los poderes del Estado que dice llamarse José Manuel Soria.