Aquella casa es una ruina

Confirmado: están los amigos, los enemigos, los adversarios y los compañeros de partido, que suelen ser de abrigo. Lo está viviendo en carne propia un concejal del PP en Las Palmas de Gran Canaria, que ya no sabe dónde meterse cuando su tía le telefonea para decirle cosas horribles de uno de sus jefes. Éste permutó su casa por la de ella y la doña se fio por ser vos quien sois. Hasta la hizo ir a Madrid a firmar las escrituras ante Notario, lo que supuso todo un trastorno dado lo avanzado de su edad. Pero, lo que él diga. Luego vino lo peor, ocupar la casa permutada, descubrir que se habían llevado cosas que deberían estar allí, como el jacuzzi, y soportar lo de las tuberías, que suenan como si la casa tuviera fantasmas, y luego se tupen y se rebosan. La pobre señora reclama, pero no le hacen ni puñetero caso. Y encima no puede llamar a los bomberos.