La portada de mañana
Acceder
La confesión de la pareja de Ayuso desmonta las mentiras de la Comunidad de Madrid
El plan del Gobierno para indemnizar a las víctimas de abusos agita la Iglesia
Opinión - El pueblo es quien más ordena todavía. Por Rosa María Artal
Sobre este blog

El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

El caso Willy salpica a Soria

Televisión Canaria se juega su naufragio

Carlos Sosa

Lo que faltaba. José Manuel Soria, a la sazón vicepresidente del Gobierno de Canarias, se desentendió de las presuntas irregularidades en la Radiotelevisión Canaria cuando ante él las denunció el propietario de Brea Producciones, Ignacio Brea. Así lo ha declarado éste ante la Policía Nacional al ser requerido por indicaciones de la magistrada María de los Ángeles Lorenzo-Cáceres y Fabrizo, instructora del caso Gloria por el que se investiga la gestión del anterior director general de Radiotelevisión Canaria, Willy García. Venía amenazando con contarlo todo el señor Brea al comprobar que ni siquiera su estrecha amistad con el hoy ministro de Industria en funciones, al que él y su señora cuidaban sus hijos cuando eran chicos, había servido para reconducir a su favor las contrataciones que se venían realizando en el ente público durante las dos legislaturas en las que ejerció como presidente del Gobierno Paulino Rivero. En la primera de ellas, la que abarcó los años 2007-2011, Rivero tuvo como vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda a José Manuel Soria, y el reparto que entre los dos se hicieron alcanzó a la Radiotelevisión pública de Canarias. Así, mientras el nacionalista colocó como director general a Guillermo –Willy- García, Soria incrustó como directora de la radio autonómica a Teresa Cruz y como director de cadena en la televisión autonómica a Carlos Taboada, al que luego puso al frente de Televisión Española en Canarias cuando se acabaron los arrumacos entre el PP y Coalición Canaria en la Comunidad Autónoma. Fue precisamente Carlos Taboada, siempre según la declaración prestada ante la Policía por Nacho Brea, el que decidió que el relato que el productor había hecho ante él debía ser puesto en conocimiento del líder del PP y consejero de Economía y Hacienda. Brea se había quejado ante él de que el ente público no contrataba sus servicios por existir una suerte de conspiración política por la cual se quedaba fuera del reparto de encomiendas de producción. El director de cadena de Televisión Canaria pidió cita con Soria y ante él se constituyeron Brea y Taboada para exponer la película. ¿Qué les contestó Soria?

 

 

 

Paulino y Soria se habían repartido el poder

La reunión se celebró en la sede de Presidencia de Las Palmas de Gran Canaria. En ella, Nacho Brea contó a José Manuel Soria que hasta sus oídos había llegado una información según la cual el director de Producción de la Televisión Autonómica ejecutaba una suerte de instrucción presidencial por la que la contratación a las productoras canarias habría de hacerse conforme a un reparto ajeno a las normas procedimentales y a la ley de contratos del Estado. Brea siempre ha sostenido que el reparto no sólo se hacía por provincias y por islas, sino también por preferencias políticas diseñadas no se sabe muy bien por qué sortilegio de amistades e influencias. Soria le escuchó con atención pero la reunión acabó bruscamente cuando contó a sus invitados que el reparto que él y Paulino Rivero se habían hecho de las áreas de poder autonómico situaba del lado del nacionalista las competencias en materia de medios de comunicación públicos, por mucho que el PP hubiera logrado colocar en dos puestos clave a Carlos Taboada (director de cadena de TVC) y a Teresa Cruz (directora de la radio autonómica). Brea salió de allí muy cabreado y con ganas de contárselo al mundo algún día, aunque fuera ocho años después y ante los inspectores del Cuerpo Nacional de Policía que ejecutan una orden de la jueza María de los Ángeles Lorenzo-Cáceres y Fabrizo, que en octubre del año pasado ordenó que se interrogara al productor a ver si se ratificaba en sus afirmaciones sobre aquellos rumores. El declarante estaba frito por contarlo ante la autoridad competente, y así se lo hizo saber hace meses a los abogados de la acusación particular personados en la causa, de modo que éstos pudieran hacérselo notar a la jueza y ésta activara a los agentes el orden. De ser ciertas estas afirmaciones de Brea, el ministro de Industria, Energía y Turismo, paradójicamente responsable nacional de la adjudicación de cadenas de televisión y control del espacio radioeléctrico, habría hecho oídos sordos a una denuncia de presuntas irregularidades que se estarían cometiendo en un ente público cuya financiación dependía directamente del departamento que entonces desempeñaba. Lo que empezó en su día siendo un intento político de dirigir una causa judicial contra Paulino Rivero podría convertirse ahora en una bomba debajo de la silla del presidente del PP canario. Porque mientras nada se ha probado hasta ahora de la intervención del ex presidente, de ser ciertas las acusaciones de Brea contra Soria, la omisión del deber de denunciar delitos o irregularidades siendo cargo público competente no deja al señor ministro en funciones en una posición nada halagüeña.

 

Mentiras, sin lugar a dudas

Pero la declaración de Nacho Brea ante la Policía, que en los próximos días podrá estar a disposición de las partes personadas y de los periodistas personados también en el caso Willy no será el único giro interesante que adquiera el asunto. Como les venimos contando aquí estos últimos días la deposición que ante la señora magistrada hizo el actual presidente/director general del ente Radiotelevisión Canaria puede dar más recorrido que el que él mismo pretendió iniciar cuando se decidió a soltar la lengua a paseo. Pero quizás en sentido opuesto al pretendido. Ya se conocen más matices de lo que dijo Santiago Negrín y todo apunta a una flagrante y descomunal mentira. Negrín mintió en casi todo, de manera que parece más fácil relatar los pasajes en los que dijo verdad que los contrarios. Con documentos oficiales en la mano, procedentes todos ellos del ente público que preside, estamos en condiciones de asegurarles que cualquiera que lo denuncie por falso testimonio puede tener pleno al quince. Por partes. Dijo que Willy García le dejó la caja vacía, con apenas 300.000 euros para hacer frente a la programación de la segunda mitad del año. Salvada la particularidad de que todos los programas del año se dejan contratados desde el primer trimestre (así sucedió con las producciones más señeras y permanentes, como En Clave de Ja, Noveleros y Noche de Taifas, la ficción Aquí no se fía, que García dejó pagada, la emitió su sucesor en el segundo semestre. Pero es más, los fondos disponibles se acercaban más a los 700.000 que a la mitad por Negrín denunciada. Así se discutió en varias ocasiones en el Consejo Rector y así lo revela un informe del director financiero, en poder del presidente y de otras personalidades competentes en la materia. La cosa se complica en contra de las tesis de Negrín cuando en su declaración asegura que desde que él llegó sólo se adjudica “con informes exhaustivos” de los técnicos. Hay al menos un caso en el que en el expediente sólo consta un informe suyo de dos folios, firmado solo por él, que se negaron a suscribir los responsables de Antena y Producción. Se trata de la tira diaria Sin lugar a dudas, contratada a Socater por 6.150 euros cada entrega (166.000 euros en 2015 y 325.000 para 2016). La renovación de este espacio se produjo con la opinión contraria de los técnicos del ente y de los consejeros que quedan en pie en el consejo rector. Su audiencia está muy por debajo de la media de cadena.

 

 

¿Tres o seis millones?

Pero las afirmaciones del presidente/director general de RTVC se enredan aún más cuando el hombre se adentra en los presupuestos de la casa para 2016. Mientras que a la jueza y al mundo Santiago Negrín dice que sólo cuenta con tres millones de euros para la contratación de producciones ajenas, las destinadas a programas no informativos, aquellos que han de encargarse a las productoras para –entre otras cosas- revitalizar la industria audiovisual canaria, el director financiero ha puesto negro sobre blanco en un informe interno que en realidad ese presupuesto es de seis millones, es decir, del triple. Es decir, que Santiago Negrín ya se ha gastado, en los dos primeros meses del año, la mitad del presupuesto que realmente tiene disponible, es decir, tres kilos. A este ritmo llegará a mayo consumiendo seis, uno más de los cinco que él señala que Willy García se gastó los primeros cinco meses de 2015 precisamente en dejar contratada la programación del año. Y no es que con estos datos queramos defender la gestión de García, que ya responderá por ella allí donde deba, sino evidenciar que los que le sucedieron no tienen ni una pizca de argumentos para criticarla. Y para colmo, perdiendo audiencia a un ritmo frenético. Sin trincar a Paulino, por mucho que se pongan.

Sobre este blog

El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Etiquetas
stats