Y lo consiguieron durante nueve días

Las presiones llevan produciéndose desde hace meses, y no sólo han recaído en el director general de Televisión Canaria, Francisco Moreno, sino también en redactores y periodistas con alguna responsabilidad en los informativos. Resulta ciertamente bochornoso ver a Aurelio Ayala, embutido en su delatora bufanda roja de verano e invierno, decirle a un profesional de la información que a ver cuándo dejan de nombrar a ese periódico que nos pone verdes, como si el periodista formara parte del mismo gobierno o, peor aún, si por el hecho de trabajar en la Televisión Canaria, fuera militante de los partidos que sostienen ese gobierno. Realmente lamentable para los derechos fundamentales. Pero si parece hasta normal que un individuo tan limitadito como Aurelio Ayala se conduzca de un modo tan antidemocrático, más penoso es que lo haga un periodista como Daniel Cerdán, viceconsejero de Comunicación, que en lugar de tratar de atender a los medios afines y no afines opta por la guillotina. Desde el 31 de enero no aparecen en Televisión Canaria los titulares de CANARIASAHORA.