La delegada viajera

Todavía está costando un poquito hacer prevalecer los principios de austeridad que dicen que han de imperar en el manejo de los fondos públicos. Es una asignatura pendiente en determinadas administraciones, como la Delegación del Gobierno en Canarias. Su titular, María del Carmen Hernández Bento, gastó en su primer mes en el cargo la nada despreciable cantidad de 7.000 euros en billetes de avión, hoteles y manutención, tanto suya como de sus más estrechos colaboradores en la docena de viajes que realizó entre el 10 de enero y el 13 de febrero a lo largo y ancho de la geografía canaria, con un par de saltos a la capital del Reino. Es evidente que la delegada del Gobierno ha de moverse todo lo que pueda y quiera por Canarias, y que incluso pernocte en Santa Cruz de Tenerife si su agenda se lo impone. Pero que, por ejemplo, se haga acompañar de hasta tres personas en algunos de sus desplazamientos suena un poco ostentoso, la verdad. Ocurrió, por ejemplo, con dos viajes interinsulares celebrados en febrero, a los que se desplazaron la delegada, el subdelegado, el jefe de prensa, la secretaria particular y la jefa de gabinete. Esos dos viajes a sendas tomas de posesión de directores insulares supusieron solo en billetes aéreos más de 800 euros.