Unas diligencias de nada

Mientras Suárez Gil y su abogado buscan escapatorias para eludir la prisión y presentan desquiciantes escritos para que Josefina Navarrete mantenga a su exmarido, desahuciado por la misma clase empresarial que lo aupó, la abogada trata de personarse en la causa que se sigue contra él por tenencia ilícita de armas. La fiscal no se lo permite como acusación particular por considerar (agárrense) que a pesar de haber sido encañonada con una pieza del amplio arsenal de su ex esposo, no tiene nada que ver con la causa. Le han sugerido, a cambio, que se persone como acción popular, lo que le obligaría a pagar una fianza, la que fije el juez de Instrucción 6 de Las Palmas de Gran Canaria, que investiga este asunto. De personarse, ya nos podemos imaginar la tarea investigadora que acometerá la abogada, ya retirada, como por ejemplo pedir todo el expediente de la licencia de armas al departamento competente de la Guardia Civil, de donde pueden aflorar interesantes sorpresas. Además, en el juzgado penal que revisa la prisión para el Zorro Plateado, Navarrete ha pedido que comparezcan los médicos del hospital Perpetuo Socorro que están certificando que el delincuente en cuestión está lesionado de tanta gravedad que no puede ir a la cárcel. No vaya a ser que estén excediéndose en la compasión que ahora pretende despertar el personajete.