Algunos ejemplos

Nuestros lectores se han ocupado en la sección de Su Opinión de desgranar uno por uno los casos de imputación, condena y de procesamiento de cargos públicos del PP que, sin embargo y en contra de las exigencias que hace Soria al PSOE con tan sólo la imputación, no han sido apartados del partido. Empecemos, cómo no, con el marqués de las dunas, Domingo González Arroyo, condenado por un lado y procesado por el otro; y sigamos con el primer teniente de alcalde de Santa Brígida, Luis Troya, condenado por cohecho. Sigamos por Carlos Sánchez, consejero de Política Territorial del Cabildo, imputado en varios procedimientos por prevaricación y otras lindezas suyas de él. Nada que añadir al esperpento de Telde, en el que sólo hay por el momento destacados militanes del PP. Y terminemos por Marco Aurelio Pérez, del que ya conocemos muchos hasta las conversaciones telefónicas y las reuniones que tanto le afectan en una hijuela de la trama eólica. De estos militantes del PP, José Manuel Soria guarda un respetabilísimo silencio al que nos unimos en este instante todos los demás durante al menos un minuto de sentido recogimiento.