54.000 euros en ''gastos de representación''

Llamamos emolumentos constatables los que figuran en los presupuestos claramente asignados a los altos cargos de la Comunidad Autónoma. Por lo tanto, son incontrastables los que tienen que ver con el cobro de dietas por viajes, estancias, alojamientos, asistencias a reuniones de órganos colegiados, reuniones de empresas públicas, etcétera. Pero en los presupuestos sí aparecen reflejados los llamados “gastos de representación”, donde cabe desde un alfiler hasta un elefante, desde una corbata a una Montblanc. Sirven para una cuchipanda con empresarios amigos o para el cumpleaños del niño. Para estos menesteres, Paulino Rivero dispone de una partida de 57.000 euros al año, y su vicepresidente, José Manuel Soria, de otra de 54.000. Ninguno de los dos va a pisarse la manguera porque ambos saben de la arbitrariedad y opacidad de esos gastos, que se justifican con una simple memoria en la que basta con decir que se han gastado en algo justificado y rián p'al puerto. Pero, ¿a qué no saben quien tiene 16.000 euracos al años para gastos de representación? La consejera de Turismo, Rita Martín, lo que parece razonable dada su actividad a lo largo y ancho de este mundo. ¿Y los 15.000 del consejero de Presidencia y Justicia?