Lo que faltaba: pelea de ministros

Sólo le falta a Mariano Rajoy montar un circo. El éxito lo tiene asegurado gracias a la sección de payasos y prestidigitadores, especialistas en mantener la carcajada en el respetable y transformar lo fácil en difícil y lo difícil en imposible. José Manuel Soria y Cristóbal Montoro escenificaron este martes el tamaño de las divisiones internas en el Gobierno de Mariano Rajoy cuando de tocar los intereses de las grandes compañías energéticas se trata, al tiempo que comenzaron a mostrar sus cartas ante la más que probable crisis de Gobierno de la que habrá de salir una restructuración del área económica y la inevitable caída de algún que otro ministro y/o ministra. La noticia la tienen bien explicada en este periódico y en todos los que este humeante agosto han tenido la paciencia de soportar las idas y venidas de este Gobierno, e incluso su sanador silencio, el que por unos días devolvió una efímera tranquilidad a los mercados bursátiles y a los otros más especulativos. Las abiertas hostilidades entre Soria y Montoro poco o nada tienen que ver con el interés de los españoles, pacientes sufridores de la política energética del Gobierno, diseñada por la FAES y por el equipo económico de Moncloa, sin más intervención del ministro canario que la de un puro corista. La refriega tiene que ver con los intereses que cada cual quiere defender en este sainete en el que, como es marca de la casa, acabaremos los ciudadanos como paganinis.