También flipan en el Sur

El empeño soriano-mauriciano no sólo ha hecho saltar las alarmas en la prensa crítica con el sistema político-empresarial reinante y en el sector del juego canario, que anda golisniando a ver dónde está el truco para que cinco nuevos casinos sean rentables en el actual estado de cosas. En el Sur, los que frecuentan el actual y único casino existente, el del hotel Tamarindos, se preguntan de dónde van a sacar clientes para otro casino más. El Tamarindos, del que se dice incluso que sus propietarios estarían encantados de escuchar ofertas, sólo vivió un momento de esplendor cuando cerraron por reformas el de Las Palmas, y de resto sobrevive gracias a algún despistado turista. Téngase en cuenta que el decreto que justifica la ampliación de licencias viene a decir que hacen falta estas instalaciones en las grandes urbanizaciones turísticas a las que siguen llegando visitantes tan supermillonarios que se devanan los sesos a la hora de pensar dónde emplear la enorme fortuna que traen para gastarse aquí. Es decir, con una mano delante y la otra, detrás.