Tengo gambas, tengo chopitos...

Con las mencionadas actrices trabajando como saben y la nómina de invitados, la cosa tenía que brillar y lo hizo en todo lo que fue teatro en sí. En otras cuestiones aledañas, lo dicho, la cosa muy mate. Ejemplo. Para darle relumbrón a la apertura de la temporada se pensó en obsequiar con una copa de cava a los presentes. Así se hizo. El problema empezó cuando alguien pensó en tirar la casa por la ventana y tuvo la ocurrencia de acompañar el gaseoso caldo catalán con algunos sólidos tipo jamón y queso. No vean ustedes las carreras de los encargados de organizar la noche. Todo porque de queso y jamón nadie había hablado y no fuera a ocurrir que se escape por ello el déficit cero. Así que las viandas se fueron por donde vinieron para perplejidad de los que sí notaron el amago. En el plan quinquenal no se contemplan esos dispendios.