Dos hipotecas

Juan Miguel Sanjuán ha aceptado la presidencia de Gascan por compromiso, en la acepción más noble del término. Pero arranca con dos hipotecas. La primera tiene que ver con su condición de empresario de los que accedieron al gas por la puerta trasera, pero es hipoteca que se puede cancelar con facilidad. Era para la nueva era la mejor opción en el horizonte. La segunda hipoteca es que arranca sobre una trampa, la presencia injustificada de ese grupo de empresarios en el negocio del gas. Aquí va a tener su piedra de toque: si no deshace la operación, o al menos consigue el acuerdo de todos de renunciar al derecho de preferente suscripción en la próxima ampliación de capital, el asunto se seguirá manejando en clave política. Entonces, Sanjuán durará solo hasta que él mismo se dé cuenta de que tiene cerca la medicina de Mauricio: no todos valen para todo. Suerte y a por el gas.