Dos jugadas de Mauricio

No nos alarma en absoluto que Fernández Roca sea peninsular y encima viva más en su casa de la madrileña calle de los Hermanos Bécquer, en el edificio que fuera de doña Carmen Polo de Franco, que aquí. Ya tenemos un presidente de la Autoridad Portuaria mesetario y un tesorero de la confederación de empresarios que pasa más tiempo en la capital del Reino que en Las Palmas. No. Lo sorprendente del nombramiento de Curro es lo que está por venir y los procedimientos que se van a extender para hacerlo. De momento, además de los insultos a Antonio Marrero, Larry ha descalificado dos informes sobre el caso Carmelo Ramírez, uno de Garrigues y Andersen y el otro del buffete Sagardoy Abogados, para abrazar, como si de un Nobel se tratara, el de José María Marrero Portugués. Luego vendrá lo de conferir nuevamente a la presidencia un carácter ejecutivo, lo que calentará a Juan Manuel García Falcón, que recogerá sus bártulos para dejar el camino expedito a los muchachos de Soria y Mauricio. Un Mauricio que trata de tender puentes hacia El Sebadal a ver si le perdonan viejas rencillas devolviendo alguna poltrona en Triana. Y de paso, quedando de abuten con el amigo tinerfeño. Un fiera el camarada, que con el mismo juguete paga dos rondas. Ya tienen el Puerto de aquella manera, ahora, La Caja, ¿y lo siguiente?