Lo llaman ?traicionero empresarial?

La estrategia de cerco que se le presenta en el horizonte a corto plazo al presidente de la UD Las Palmas es para echarse a temblar. Sólo le falta que, como es natural en estos casos, su padrino político, Gonzalo Angulo, lo deje tirado en la cuneta y, poniendo cara de yo no fui, culpe de todo a los anteriores accionistas, a Felipe González o a que el fútbol es así. Y rián p?al Puerto. Muchos empresarios que en su día lo advirtieron se ufanan ahora de esas premoniciones. Recuerdan que Martinón, Vanyera o Santana Cazorla no estarían dispuestos a firmar una carta de recomendación ni en caso de extrema necesidad, y restriegan por las narices a políticos y periodistas que lo habían avisado, que de donde no hay no se puede sacar y que si el político lo sabía, es tan responsable como el presidente al que puso al frente del tinglado. Se aproximan peligrosamente a la fase de hacer buena la etapa de Sabino López, si bien todos los actores, los conscientes y los inconscientes, están ejecutando a la perfección el papel que les ha sido asignado: remar en la misma dirección para que el Angulo Arena se inaugure en tiempo y forma con la UD en su regazo, sin rechistar, sin respirar siquiera, a un suspiro de la desaparición.