De la mano de Juan Cambreleng

Dando un sonoro portazo al PP, partido al que regresó en el preciso instante en que Jerónimo Saavedra perdió las municipales de mayo pasado, Agoney se posicionó muy pronto del lado de los que emprendían los trabajos para presentar a Las Palmas de Gran Canaria como candidata a la capitalidad europea de la cultura 2016. Juan Cambreleng, director del proyecto, dijo siempre de él que era un muchacho muy activo y revolucionario, y las advertencias a Saavedra de que se trataba de un destacado dirigente de Nuevas Generaciones no calaron de ningún modo en el ex alcalde. Tanto fue así que tanto Agoney como su madre consiguieron colocarse en el Servicio Municipal de Limpieza, donde él transformó en “coordinador” el puesto de operario que en realidad ocupaba. Pero decía verdad Cambreleng cuando destacaba de nuestro hombre su carácter inquieto: ha dicho que fue dirigente de la asociación Conciencia Ciudadana, nacida a raíz de la muerte violenta del joven Iván Robaina, y fue activo colaborador de la televisión Las Arenas, donde hacía de bailarín, de animador o de voz del público. Sus profundas inquietudes le condujeron al carnaval, donde llegó a dirigir la murga Los Susulitos, de la que salió tras cierta polémica por unos fondos al parecer indebidamente invertidos en uno de esos pufos piramidales. Su último episodio carnavalero lo situamos en la murga Los Totorotas, que trató de reanimar el año pasado. Pero su enésima oportunidad de recolocarse comenzó el pasado 22 de mayo con el triunfo holgado del PP en la ciudad. A la fiesta de celebración del partido se fueron él y su madre, y allí proclamaron nuevamente su profunda lealtad a las siglas. No sabemos si Nievitas tiene de nuevo empleo, pero sí que Agoney desempeña un importante papel en el movimiento juvenil municipal.