A nombre de otra concejal

La casa de Blas Acosta en Valles de Ortega, municipio de Antigua, figura a nombre de su mujer en todos los registros públicos, incluida la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural, que le tiene abierto expediente por exceso de edificabiliad, por no ceñirse a un retranqueo y por no respetar las normativas urbanísticas y los planes iniciales del proyecto. La propietaria se llama Laura Cabrera Hernández, y es concejal en el Ayuntamiento de Antigua, la única del PSOE, lo que la convirtió muy pronto en pieza clave para una moción de censura contra el independiente Juan José Cazorla. La moción de censura, recuerden, que promovía con su particular gracejo el marqués de las Dunas con su kilillo por delante. Y por detrás. Pues bien, la casa de doña Laura y don Blas, dos socialistas muy reconocidos, llegó a tener suspensión de licencia de obra, pero se acabó de aquella manera que se acaban estas cosas y estas casas en Canarias, mientras se sustancia un recurso en lo Contencioso-Administrativo. La concejal socialista Laura Cabrera tiene, a su vez, una sanción administrativa de Industria por conectarse ilegalmente al suministro eléctrico. Pidió luz para una bomba de riego y conectó la casa, que no tenía cédula de habitabilidad. La bomba de riego no apareció jamás.