El órgano fiscalizador, embargado por una Caja

La noticia que hemos ofrecido a nuestros lectores este viernes por la noche es escalofriante. La Caja General de Ahorros de Canarias ha tramitado ante un juzgado civil de Santa Cruz de Tenerife el embargo contra el Gobierno de Canarias, el que, a través de su consejería de Economía y Hacienda, es el órgano fiscalizador y de control de las cajas isleñas, mira tú qué cosas. El hijo embargando al padre por tronco, por derrochador, por pésimo gestor de los recursos públicos, por manirroto y cabeza loca. Como se podrán imaginar, si una Caja de Ahorros inicia un procedimiento de embargo contra la administración que la tutela habrá sido después de agotar todas las vías posibles de renegociación, de aplazamiento, de carencia o de lo que sea. Lo que automáticamente nos lleva a la terrible conclusión de que la entidad tinerfeña se ha visto abocada a este embargo ante la cerrazón y la chulería de quien hasta finales de octubre pasado ocupaba el trono de la economía de Canarias, nuestro admirado José Manuel Soria. Seis millones de euros, seis, viene a ser la cantidad que reclama la Caja, pura calderilla si se la compara con los 17 millones de euros derrochados en el nuevo sistema informático de la contabilidad, el famoso Sefcan. Y uno más de lo que costó el Atlante II. E idéntica a la que el líder del PP se gastó sólo en publicidad propia en el Cabildo en los cinco primeros meses de 2007. Y todo ello después de que dejara de pagar incluso la luz de los colegios y hospitales. Pero, ¡qué calamidad!