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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Los pactos de Eduardo González

Lo ocurrido en el PSC grancanario tiene sus versiones. Nosotros les ofrecemos la nuestra. Eduardo González tenía un pacto con Demetrio Suárez, parece demostrado. Un pacto en el que intervenían otras personas y hecho al más puro estilo tradicional del “te pongo yo, me pones tú”. Demetrio Suárez debía ir al Cabildo y Eduardo González, al Parlamento. Pura endogamia partidista en la que, como es costumbre, importaba menos la búsqueda de los candidatos más idóneos cara al electorado. Pero, claro, con esos mimbres parecía lógico que el pacto no resistiera el más mínimo test del tipo que fuera: oponer Demetrio a Soria no cogería color ante reactivo alguno. Tampoco parecía muy fumable oponer Eduardo a Román, dicho sea con todos los respetos a ambos. Por eso parece lógico pensar que Juan Fernando López Aguilar hizo lo que debía, es decir, descubrir la frágil sustancia del pacto y su carácter nulo, dado el perjuicio a terceros y que el electorado de izquierdas cada día está más animado a subirse a los vientos zapateros que soplan. Eduardo recibió las indicaciones que recibió y, lejos de administrarlas con discreción y eficacia, lanzó a los cuatro vientos que en Ferraz no gusta Demetrio, que no da el perfil. Demetrio se cabrea con razón, pero no ve en la torpeza de González lo primero que tenía que haber apreciado, esto es, la endeblez del pacto que ambos sostenían con la ayuda de otros. Una jugarreta la que ha sufrido y que se podría volver contra el alcalde de Gáldar en el caso de que no gane ni siquiera en su feudo, lo que le convertirá en culpable de haber vendido mercancía caducada.

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