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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Le piden el acta al concejal caribeño

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Pedro de Armas forma parte, por méritos propios, de esa pléyade de políticos que históricamente ha abochornado a la gente de Lanzarote, pero que a su vez, históricamente siempre ha conseguido siempre ocupar un puesto de elección democrática o, en su defecto, un cargo de designación política que le permitiera permanecer en el machito. Él asegura que no se ha lucrado con la política, que todos estos años dentro y/o a la sombra del poder sólo le han servido para labrarse una buena nómina de enemigos que lo quieren mal y manipulan a su antojo los autos judiciales en los que aparece como investigado. Dice que llegó con un grueso patrimonio personal y empresarial a la política, y que es ese patrimonio el que aflora en las investigaciones de la Unidad de Delitos Económicos de la Policía cuando se le ha investigado por aparecer en los alrededores de algunos de los casos más sonados de corrupción en Lanzarote. Lo advertía sin saber que estaba siendo grabado el que detonó el caso Unión, Fernando Becerra, cuando aquella primera conversación para los anales, celebrada en el ya popular bar Unión, de Arrecife, que dio nombre a la operación de la Guardia Civil, dijo a Carlos Espino que aprendiera de su hermano Caco Becerra y del mismísimo Pedro de Armas. Por el contexto en el que se desarrollaba la conversación, es decir, el intento de sobornar al entonces consejero socialista del Cabildo para que mirara para otro lado en los desmanes urbanísticos que han plagado de hoteles ilegales la geografía del sur de la isla, Becerra se refería al enriquecimiento en la política mediante la corrupción. Aquella conversación, registrada por la Guardia Civil fue la confirmación de la profundidad y el fétido olor que había adquirido ya la mierda en la que se estaba moviendo una parte del mundo de la política y la empresa en Lanzarote, pero no sirvió sin embargo para que algunos partidos políticos rectificaran el tiro. Es el caso de Nueva Canarias, que lo más lejos que llegó fue a desvincularse nominalmente del Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL) para, en el mismo acto, integrar a sus miembros en su organización. Entre ellos, Juan Carlos Becerra y Pedro de Armas, que figura bajo esas siglas, las de NC, como concejal de Arrecife. De Armas y Becerra son miembros de la recientemente elegida nueva ejecutiva de Nueva Canarias en Lanzarote. Su presidente, Alejandro Díaz, irradiado del PP por sus manifiestos desencuentros con Soria, no quiere seguir pasando vergüenza y este mismo martes, ante las noticias publicadas, anunciaba que pedirá el acta de concejal a Pedro de Armas. Es lo mínimo que puede pedirse, aunque sea demasiado tarde.

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