Una rebaja de precio y servicios del 10%

La orden del consejero de Presidencia, Justicia y Seguridad, José Miguel Ruano, por la que se acuerda la última prórroga por un mes del contrato del Cibercentro encierra para nosotros, mundanos ignorantes de la alta política, algunos aspectos ciertamente llamativos. Por ejemplo, que el mismo consejero acordara, un día antes de que venciera ese contrato, “la modificación de la cláusula 9 del Pliego de Claúsulas Administrativas Particulares, así como la cláusula tercera del contrato suscrito (...)”, por lo que el plazo de vigencia ya vencido podía “ser prorrogado de mutuo acuerdo por un periodo máximo de 48 meses”. En esa misma orden de 29 de octubre, Ruano otorga una prórroga parcial de dos meses (hasta el 31 de diciembre) para que ambas partes se pongan de acuerdo en las “reducciones de servicio y económicas”. Pero esos dos meses no fueron suficientes para pactar la reducción del 10% que finalmente se pactó, por lo que fue necesaria una segunda prórroga de un mes, el de enero, que dio lugar a ese nuevo acuerdo de 21 meses de prórroga. Inocentemente nos preguntamos si, dado que el contrato vencía cuando vencía (el 30 de octubre de 2010), ¿no hubiera sido más sencillo, a la par que económico, convocar en tiempo y forma un nuevo concurso que contemplara la nueva realidad financiera de la Comunidad Autónoma, revisando servicios y valorando especialmente las ofertas económicas de los licitadores? Dicho sea sin ánimo de incordiar a nadie.