Una y otra vez sembrando obstáculos

Así las cosas, y para decidir cómo se decide cuál es el mejor proyecto (valga la redundancia), el Gobierno de Canarias publicó un decreto con los baremos que servirían para valorar los que pudieran presentarse. Una empresa vinculada al empresario Javier Esquivel presentó un proyecto en competencia con el de Lopesan. Y entonces es cuando el asunto se lía por esa escasa habilidad del Gobierno a la hora de mostrarse independiente ante los poderes económicos. Al parecer el proyecto de Esquivel fue mejor valorado por ser mejor, pero incumple el PIO, ese mismo PIO que hay que adaptar a las Directrices, con lo que volvemos al principio. Ahora el Gobierno de Canarias ha pedido a Costas su opinión sobre los baremos, esos que ya fueron publicados. A conejo dío, palos a la madriguera, que se dice en el argot. Y como las popuestas contienen puertos bien diferentes, algunos piensan que lo suyo es que el Cabildo tramite el Plan Territorial, cosa que no ha hecho porque ese mismo Gobierno se lo impide hasta esa adaptación del PIO a las Directrices. Menos mal que la Constitución Española dice que los poderes públicos removerán los obstáculos que la iniciativa privada encuentre. El Gobierno no es que no remueva sino que siembra. Los obstáculos.