La Justicia ordena encarcelar a dos agresores de un perro al que dejaron al borde de la muerte en Lanzarote
Tres meses y un día de cárcel. Esta es la condena de los dos acusados por el maltrato al perro King, que fueron juzgados en marzo en el Juzgado de lo Penal número 1 de Arrecife. Según desveló este jueves la protectora de animales Sara, el Juzgado ha rechazado suspender el cumplimiento de la pena y tendrán que ingresar en prisión.
Sergio y Alberto Hernández Santos reconocieron los hechos y aceptaron la condena, que también lleva aparejada un año y un día de prohibición de tenencia de animales.
La vista oral no se llegó a desarrollar al anunciarse al comienzo que los acusados habían aceptado los hechos y la citada condena. La Fiscalía solicitaba en principio un año de prisión para los acusados, así como tres años de inhabilitación para la tenencia de animales.
El perro King fue encontrado en muy malas condiciones, al borde de la muerte, en el Volcán de la Corona, en el municipio de Haría, en febrero de 2016. Según la acusación de la Fiscalía, los acusados apalearon a King y le propinaron patadas y golpes, además de arrojarlo por la ladera de un barranco y tirarle una piedra encima.
King sufrió una herida profunda en la cabeza, así como una hemorragia craneal, nasal y anal, e insuficiencia respiratoria. Le fue diagnosticado un traumatismo cranoencefálico severo y su vida corrió peligro.
La Protectora de Animales Sara, que puso King al perro, recordó que el caso saltó tras una llamada de la Policía Local de Haría solicitando su ayuda para un perro al que unos testigos vieron como recibía golpes con palos y piedras con intención de matarlo.
“Gracias a los gritos de estos testigos y su llamada a la Policía Local, los testigos huyeron en un vehículo blanco”, destacó en su momento Sara, que indicó que el perro llegó en “un estado muy crítico”.
Este jueves, la protectora de animales aplaudió que los agresores del perro King entren a prisión a cumplir la condena por “la salvajada” que cometieron. “El maltrato animal en Lanzarote no queda impune, no se puede tratar a los animales como si fueran basura”, concluye Sara.
