Dos años de cárcel por atacar con un martillo a su cuñado por golpear a su hija en Gran Canaria

Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

0

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a dos años de prisión a un vecino de Telde, en Gran Canaria, que atacó en 2018 a su cuñado con un martillo después de que este, instalado de forma sobrevenida en la casa de la familia, golpeara a una de sus hijas.

En un comunicado, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha explicado que la Fiscalía pedía ocho años de cárcel por tentativa de homicidio, pero la Sala ha entendido que los hechos se ajustan más a un delito de lesiones con la agravante de parentesco y la atenuante de arrebato.

La sentencia recoge que el hombre, su pareja y sus tres hijos menores vivían desde hacía años en la casa que había sido propiedad de la suegra del acusado y madre de su mujer en Telde;

Este espacio vital también era compartido por el hermano de ella, de 57 años, quien se había mudado e instalado en la casa tras cesar en la convivencia con la que fue su pareja. “Después del fallecimiento de la titular de la vivienda, la relación entre la familia del procesado y su cuñado se tornó cada vez más difícil y complicada”, señala el fallo.

El principal motivo es que el cuñado “había sido incapaz de adaptarse a las normas básicas de convivencia”, actuando “siempre a su aire” y sin respetar “ese mínimo de corrección que exige la vida en común”, por lo que el día a día se producía entre confrontaciones y las discusiones que cada vez fueron “más airadas y fuertes”.

Los hechos se remontan al 10 de julio de 2018, cuando se produjo un enfrentamiento verbal entre el denunciante (el cuñado) y sus sobrinas, debido al volumen de la música que éstas estaban escuchando. El tío, dice la sentencia, “afeó con mal tono a sus sobrinas el elevado sonido, lo que tuvo lugar estando la madre de las menores presente y cuando su padre entraba en la casa de vuelta del trabajo”.

Ya con los ánimos alterados, el cuñado “llegó a propinar un golpe con la mano en la cabeza a una de las niñas, lo que provocó que ésta perdiese el equilibrio y sufriese un leve hematoma en la zona parietal izquierda”.

El tío de la menor, “tras esa desacertada e indebida actuación”, sigue la sentencia, “en lugar de suavizarse al ver que el grado de irritación de la madre y el padre de la menor agredida iba en aumento, lo que hizo fue envalentonarse y dirigirse en actitud chulesca y retadora a su cuñado, menospreciándolo y mofándose de él en su cara y en presencia de su mujer e hijas, tras lo cual, se dio media vuelta y salió del piso”.

COGIÓ UN MARTILLO Y FUE A POR SU CUÑADO

Entonces, el padre de la menor pasó de la irritación a un estado de ira, lo que le llevó a coger de sus herramientas de trabajo una cabeza de martillo y precipitarse en la búsqueda de su cuñado, a quien encontró a la salida del portal del edificio donde se ubica la vivienda.

Una vez allí, “visiblemente turbado y llevado por su desmedido estado anímico, procedió, con la idea elemental de menoscabar la integridad física de su cuñado, a golpearle repetidas veces con la mano en la empuñaba la herramienta que portaba”, apunta la sentencia.

El agresor golpeó primero en la cabeza de su cuñado, donde le dio varios golpes, para luego, una vez que el agredido cayó al suelo y ubicarse encima suya, continuar, sin soltar el objeto que portaba, propinándole golpes con las manos en los costados y en los hombros, a la par que profería expresiones conminatorias, entre las que cabe destacar la siguiente: “si vuelves a golpear a una hija mía, te mato”, u otro de contenido similar.

La agresión fue disminuyendo mientras llegaban de manera escalonada varias personas, quedando la víctima en el suelo y aturdido, sangrando por la cabeza.

El herido fue atendido en principio por una o dos personas de las que llegaron al lugar de los hechos, para luego, una vez que llegaron los agentes de policía y una ambulancia, ser trasladado al centro médico de urgencias.

Dos de los integrantes de la fuerza policial actuante subieron a la vivienda y encontraron al hombre en compañía de su mujer, quien sin más reconoció haber sido el agresor, siéndole entregada, de manera voluntaria y sin reclamación previa, la cabeza de martillo que había portado en la mano derecha durante la ejecución de la agresión.

Etiquetas
stats