La jueza investigará el móvil del juvenil de la UD condenado por violencia machista para comprobar si quebrantó la orden de alejamiento de su expareja

Una jueza ha ordenado investigar los móviles del jugador juvenil de la Unión Deportiva Las Palmas condenado por malos tratos, Joel Domínguez, de 18 años, y el de su expareja para comprobar si, como denuncia esta última, está vulnerando la orden de alejamiento que se le impuso.

Según ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Joel Domínguez ha comparecido este miércoles ante la jueza de Violencia sobre la Mujer numero 1 de Las Palmas de Gran Canaria tras haber sido denunciado por su exnovia y la madre de esta por un presunto delito de quebrantamiento de una orden judicial.

La jueza ha escuchado a Domínguez, a la denunciante y a su madre y ha decidido que, como presentan versiones contradictorias, se rastreen los lugares donde estuvieron cada el día en el que presuntamente se quebrantó la medida de alejamiento, utilizando para ello la geolocalización de sus teléfonos móviles.

En función del resultado de esa prueba, la magistrada determinará el curso a seguir por el procedimiento, que se encuentra en fase de diligencias previas.

Por el momento, no se ha impuesto nuevas medidas cautelares contra Joel Domínguez, que tiene vigente una orden de alejamiento de dos años de duración dictada el pasado 7 de marzo, cuando fue condenado tras reconocerse culpable de un delito de maltrato de obra en el ámbito familiar, recuerda el TSJC.

El jugador se ha prestado a dejar el teléfono móvil a disposición de la juez para que se realicen las comprobaciones.

Tras conocerse la sentencia, que no era recurrible, pues había sido dictada con la conformidad del acusado, la Unión Deportiva Las Palmas sancionó a Joel Domínguez con un periodo de 40 días de entrenamiento en solitario, apartado de sus compañeros, equivalente al tiempo que iban a durar los trabajos a beneficio de la comunidad que debía realizar como condena.

En su momento, la adolescente agredida por Domínguez no quiso denunciar al jugador ni emprender acciones legales contra él, pero los hechos (empujones, patadas y agarrones) fueron presenciados por varios testigos, entre ellos un policía libre de servicio, por lo que llegaron igualmente a manos del Juzgado de Violencia sobre la Mujer.