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De los llanos de Tefía a las vegas de Betancuria

Los camellos son una imagen habitual de los campos majoreros. En el Ecomuseo de La Alcogida hay varios de estos animales.

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Fuerteventura —

La cuarta etapa del Sendero de Gran Recorrido 131 (GR-131) conecta dos de los puntos más tradicionales de la geografía majorera. Con 17,9 kilómetros es también uno de los tramos más largos; los últimos pasos, que afrontan la subida a la Degollada de Corrales, se suman al atractivo de un sendero que une Tefía, uno de los centros agrícolas tradicionales más antiguos y tradicionales, y a villa de Betancuria, antigua capital y centro patrimonial y artístico de primer orden. Esta etapa (señalizada con los colores rojo y blanco) es, pues, una de las más interesantes de las que conforman la red de senderos habilitados y señalizados por el Cabildo de Fuerteventura.

La ruta comienza en el pueblecito de Tefía y, desde sus primeros metros, se encamina hacia el sur hacia la Ermita de San Agustín. En este punto, el camino gira hacia el oeste para atravesar el Ecomuseo de la Alcogida (kilómetro 1,2), sin duda alguna, uno de los mejores centros culturales y etnográficos. Los viajeros curiosos pueden aprovechar la ocasión para explorar el pasado agrícola de la zona a través de viejas casas restauradas, aperos de labranza y enseres domésticos que nos hablan de un pasado no muy lejano. Este paseo por la Fuerteventura más rural culmina en el Molino de viento de Tefía, uno de los mejor conservados de la isla que, además, tiene la particularidad de contar con seis aspas (lo normal son cuatro).

El sendero abandona el núcleo disperso de Tefía y gira hacia el sur dejando a la izquierda la Montaña Bermeja, uno de los mejores ejemplos de vulcanismo antiguo de la isla. Es el inicio de una travesía de casi diez kilómetros por los llanos característicos del valle interior que recorre la isla de sur a norte. Sólo algunas arrugas de poca importancia, como los barrancos de Tao, los Nateros o Tío Gabara interrumpen un paisaje dominado por lo horizontal. La ruta transcurre recta atravesando los llanos de López, Trágela o Las Gavias y se da un descanso de humanidad en los Llanos de la Concepción (kilómetro 10,5), primer núcleo de importancia que nos sale al paso tras dejar atrás Tefía.

Una sencilla ermita del siglo XVIII dedicada a Nuestra Señora de la Concepción y algunas casas tradicionales nos dan la bienvenida al Parque Rural de Betancuria. El camino pica hacia arriba buscando las mayores alturas de la etapa. A apenas un poco más allá se encuentra el pueblecito de Valle de Santa Inés (kilómetro 12), que se apiña en torno a una impresionante ermita del siglo VI que esconde, tras la simplicidad de sus muros exteriores, un interior extraordinario marcado por sus frescos y su espectacular retablo barroco. Dicen por estos pagos que en este lugar se puede degustar el mejor cabrito de la isla.

Desde aquí, el camino sube de manera continua hasta la Degollada de Corrales (kilómetro 15), lugar donde se ha construido un mirador en el que se pueden ver las estatuas de Ayoze y Guise, los últimos ‘reyes’ aborígenes de la isla. Desde este sitio se tienen unas vistas impresionantes sobre el valle central de la isla. Pero el gran atractivo del tramo es poder disfrutar de los atractivos naturales del Parque Rural de Betancuria. En este lugar afloran los materiales geológicos más antiguos de la isla formando interesantes roquedos que sirven de refugio a varios endemismos vegetales y a aves rapaces como el cernícalo o el águila ratonero. En este lugar se localizan las comunidades de tabaibal y cardonal mejor conservadas de la isla, especies que comparten espacio con jorjaos, salados y tabaibas.

Los últimos kilómetros bajan hacia la zona más ‘húmeda’ de Fuerteventura, lo que convierte los cauces de los barrancos en pequeños oasis en los que prosperan pequeños bosques de palmeras, tarajales, cañas y juncos. La presencia humana se hace cada vez más patente a través de terrazas de cultivo que anticipan el final de la etapa.

La ruta propuesta culmina en la villa histórica de Betancuria (kilómetro 17,9) primera capital de la isla y asentamiento de los primeros colonos europeos que se establecieron en Fuerteventura después de la conquista normanda (1404). Hoy, Betancuria es un pequeño pueblecito resguardado por las montañas y teñido de verde gracias a los recursos hídricos del macizo. Junto a las huertas y bancales se desparrama poco más de un centenar de casas de preciosa arquitectura colonial canaria que incorporan algunos elementos gotizantes que nos recuerdan el origen francés de sus primeros pobladores. La visita al lugar no puede dejar pasar monumentos de primer orden como la antigua catedral de Santa María, los restos de las ermitas de San Diego y San Francisco y los Museo Arqueológico y Etnográfico y de Arte Sacro.

GR-131 ETAPA 4: Tefía - Betancuria; Kilómetros: 17,9; Desnivel de subida: 470 metros; Desnivel de bajada: 275 metros; Recorrido: 6 horas; Dificultad: 2 de 5.

VER MAPA 1 (http://www.magrama.gob.es/imagenes/es/mapa_10_Fuerteventura_tcm7-196290.pdf)

VER MAPA 2 (http://www.magrama.gob.es/imagenes/es/mapa_11_Fuerteventura_tcm7-196291.pdf)

FOTOS, MAPAS Y VIDEO: Viajar Ahora, Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente y Ayuntamiento de Betancuria.

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