Un momento Kodiak; una excursión al corazón más salvaje de Alaska

Un oso mordisquea un cartel en Frazer Lake. Los Osos Kodiak son tan grandes que rivalizan con sus primos polares. Alaska Region U.S. Fish & Wildlife Service

Viajar Ahora

“Yo quiero la epidural”. De esta manera solventaba el doctor Joel Fleischam su particular clase de preparación para el parto en uno de los primeros capítulos de la celebrada, añorada y parece que próximamente recuperada ‘Doctor en Alaska’ (Northern Exposure). Toda una generación creció viendo aquella serie tan a la ‘española’ que nos cautivó a muchos. Aquel mítico Cicely no existe y buena parte de la serie ni siquiera se rodó en Alaska. Este pueblo casi berlanguiano se llama, en realidad, Roslyn y se encuentra en el estado de Washington (a poco más de 145 kilómetros del centro de Seattle), pero Alaska se impregnó en la mente de muchos que la convirtieron en un objeto de deseo para muchos viajeros. Días de caza buscando al oso Jessie; parejas de japoneses haciendo el amor bajo la aurora boreal; horas de radio en el dial de la K-Bear… Y ese momento Kodiak.

La isla no es especialmente remota. No es difícil llegar. Pero parece el fin del mundo. Acá los inviernos son largos, fríos y duros. Y los veranos están lejos de ser luminosos y cálidos. Aquí reinan las brumas, las nubes y las lluvias; aún en los apenas cinco meses en los que se puede estar sin necesidad de andar bajo kilos de ropa de abrigo. “Llueve” es la palabra que mejor describe el clima local. De hecho, llueve es la estación más larga de Kodiak. Aún entre mediados de julio y finales de agosto (la época de mejor tiempo), llueve una media de 63 litros al mes y la probabilidad de encontrar un día despejado ronda el 20% y hay casi un 30% de posibilidad de lluvia. Aún así merece la pena ir.

COMO LLEGAR .- El Aeropuerto de Kodiak tiene varias conexiones directas con Anchorage operadas por las compañías Raven Flight, RyanAir, Transnorthern y Redemption. El vuelo dura una hora 15 minutos y el costo del pasaje idea y vuelta ronda los 300 dólares (con bastantes ofertas de hasta 180 dólares). También hay conexiones directas con Homer (en el continente) y Port Lions y Larsen Bay (ambas en la propia isla). Empresas como Island Air Service, Andrew Airways y Seahawk Air ofrece vuelos a diferentes puntos de la isla y la posibilidad de contratar charters y excursiones aéreas. Los ferries de Alaska Marine Highway conectan Kodiak de manera directa con las ciudades de Homer y Chennega Bay (unos 90 dólares por trayecto) y, en Kodiak, hace transbordo con Ouzinkie y Port Lions antes de poner la proa rumbo a la ciudad de Chignik, puerta a las salvajes Islas Aleutianas. Las carreteras de la isla se limitan a un par de kilómetros de vías en torno a las principales localidades. La mayor parte de las comunicaciones se hacen en pequeños barcos y aviones.

QUE VER, QUE HACER.- E fuerte de esta parte del mundo es la Naturaleza en mayúsculas. Kodiak no es un lugar especial. Su mayor atractivo es dónde está y lo que significa llegar. Es uno de los lugares más salvajes y aislados del mundo y eso atrae a bastantes aventureros. La mejor manera de recorrer este archipiélago es a través de alguna de sus agencias de turismo o líneas aéreas locales que ofrecen paseos, rutas, salidas en barco o recorridos en kayak. Algunas de estas agencias son Kodiak Island Adventure –pesca-; Kodiak Island Van Tour –pesca y excursiones de vida salvaje-; Kodiak Water Excursions –paseos marítimos y pesca-; Kodiak Outdoor Guide –pesca y Naturaleza-; Kodiak Island Charters –Pesca-. La joya de la corona es ver en su hábitat natural al Oso de Kodiak, uno de los grandes emblemas naturales del extremo norte de América. Hay quien los caza para pasar un buen rato en plan Rambo. Nosotros preferimos verlos vivitos y coleando.

¿Se puede ver algo por tu cuenta? Sí. Desde Kodiak city, capital de la isla, hay dos caminos que uno puede recorrer en coche de alquiler (Kodiak Car Rentals). Hacia el norte, la vía te llevará hasta Fort Abercrombie, un lugar que aúna la naturaleza de un bosque tupido y casi virgen y los restos de un pequeño fortín construido durante la Segunda Guerra Mundial para proteger la costa de posibles incursiones japonesas. Desde aquí parten varias rutas de senderismo, pero conviene no alejarse del coche y dejar las aventuras para más adelante (no hay que adentrarse en los bosques sin guía para evitar sorpresas con los osos). Carretera adelante puedes llegar hasta White Sands Beach, una pequeña playa rodeada de bosques. La carretera norte culmina aquí sólo hay unos 20 kilómetros. Un paseíto. En sentido contrario si hay telita que cortar. La carretera comunica la ciudad y Pasagshak hay 127 kilómetros alucinantes (nos recuerda mucho a Islandia) con paisajes dramáticos que aúnan mar y montaña.

LA CAPITAL .- Kodiak es apenas un montón de casas extendidas frente a la costa pero aún así tiene un par de cosas que ver. Las más curiosas son la Iglesia Ortodoxa de la Santa Resurrección (Kashevaroff Ave, 385) y el Cementerio Ruso (Mill Bay Road), testigos de la presencia rusa en Alaska (hasta 1867 esto fue territorio ruso). El Museo Baranov (E Marine Way, 101; Tel: (+1) 907 486 59 20) hace un recorrido por los últimos 200 años de historia del lugar a través de su colección de documentos y fotos y algunas interesantes colecciones etnográficas. Por su parte, el Alutiq Museum (Mission Rd, 215; Tel: (+1) 844 425 8844) se centra en las culturas indígenas de las Isas Aleutianas y tiene unas colecciones chulísimas (geniales las piraguas). Otra xcosa que es digna de verse es el fondeadero de hidroaviones en Near Island y el puerto pesquero de Bahía Saint Hermans (dónde también hay un pequeño Museo Marítimo), donde si tienes suerte puedes ver descargar algún barco de la flota del King Crab, la enorme centolla rey que se pesca en las aguas cercanas a las islas.

Y osos, osos y más osos.- La forma más segura de ver osos es a través de las agencias de turismo que operan en la isla. El mejor lugar para verlos es el Fish Pass del Lago Frazer. La forma habitual de llegar a estos puntos es a través de excursiones que incluyen el transporte aéreo y un guía. Otra opción es hacer, desde Kodiak, una excursión de un día al Parque Nacional Katmai, lo que supone volar hasta el continente en un pequeño salto de una hora de duración. Algunas agencias ofrecen pequeñas rutas a pie por el Monte Sharatin, otra de as joyas accesibles de la isla (se puede llegar en coche desde Kodiak city).

Fotos bajo Licencia CC: Alaska Region U.S. Fish & Wildlife Service; Raymond Bucko, SJ; naql

Etiquetas
stats