Diez lugares ‘secretos’ pero de fácil acceso de Gran Canaria

Una de las últimas habitantes del poblado de Acusa Seca se asoma a la Caldera de Tejeda, en el centro de Gran Canaria.

Viajar Ahora

Gran Canaria es mucho más que sus espectaculares playas, sus pueblos coloniales o los atractivos que una ciudad de la entidad de Las Palmas de Gran Canaria es capaz de ofrecer. Hay una isla oculta a la que se llega caminando, o a través de carreteras vecinales pequeñas. Una isla sorprendente que, sin embargo, está al alcance de todos ya que se encuentra muy cerca de sus vías principales o a la que se llega con sólo unos minutos de caminata a pie.

Viajar Ahora , dentro de su sección Destino Canarias, te muestra diez lugares sorprendentes y, a la vez, fácilmente accesible. Una isla diferente que se suma a la que, cada día, se llevan los turistas en las memorias de sus cámaras. Una isla apta para viajeros y viajeras que saben buscar los lugares más auténticos de los destinos que visitan. Una isla que, en muchas ocasiones, permanece oculta para los propios habitantes locales.

Barranco de Azuaje (Acceso por GC-350; Sendero de 5,5 kilómetros ida y vuelta) Situado entre los municipios de Moya y Firgas, el Barranco de Azuaje es uno de los máximos exponentes de la Gran Canaria verde (se encuentra muy cerca de la Reserva Natural de Los Tilos de Moya) y una magnífica oportunidad para conocer uno de los últimos reductos originales de Laurisilva que quedan en Gran Canaria, un bosque siempre verde y tupido que contrasta con la imagen árida de las zonas turísticas del norte. El sendero es muy fácil de seguir y alterna manchones de bosque muy bien conservado, huertas, los restos de un antiguo balneario y el propio cauce del Barranco de Azuaje, que suele llevar agua durante todo el año. Se puede aprovechar la excursión para acercarse a Los Tilos de Moya (Acceso por GC-704 desde Moya)

Pueblo de pescadores de Tufia (Acceso desde GC-1 por carretera de Tufia) Este pequeño enclave costero supone uno de los ejemplos de ocupación del territorio más originales y, a la vez, antiguos, de Gran Canaria. Este barrio de Telde se asienta en una pequeña península en la que las casas de los pescadores se apiñan sobre el mar creando un conjunto de lo más pintoresco en el que abundan casas cueva que se han utilizado durante más de 1.000 años. El lugar cuenta con dos buenas playas, la de la propia Tufia ideal para practicar snorkeling, y uno de los yacimientos arqueológicos más importantes y sorprendentes de canarias. Todo un pueblo aborigen a nuestra disposición con restos de antiguas casas de piedra, muros y enormes corrales.

Barranco de Balos (Acceso desde GC-104 –desde el Cruce de Arinaga-; Sendero de 3 km –ida y vuelta-) Este barranco situado en la comarca del sureste de la isla guarda uno de los espacios arqueológicos más interesantes e intensos de las Islas Canarias y supone una excusa ideal para aunar un poco de senderismo ligero con una visita cultural. Los grabados rupestres de Balos se encuentran repartidos por todo el cauce del barranco, pero los más espectaculares se encuentran en un afloramiento rocoso que se encuentra en la margen derecha del cauce, casi siempre, seco. ‘Los letreros’, como se los conoce popularmente, son un conjunto único de petroglifos que incluyen textos indescifrados (de la familia líbica bereber), dibujos geométricos y figuras antropomorfas y zoomorfas que los expertos han identificado como marcas de identificación grupal sobre el territorio y símbolos de carácter ritual y religioso. Tienen, al menos, 1.200 años de antigüedad.

Barranco Hondo (Acceso desde GC-1 y GC-500; Sendero de 15 kilómetros –ida y vuelta-; Dificultad de acceso: Moderada).- Pese a ser uno de los senderos más espectaculares de la isla de Gran Canaria no es un lugar especialmente conocido por la propia población local. Barranco Hondo es un estrecho desfiladero que hiende el Macizo de Amurga desde la costa hacia el interior de la geografía insular. El paraje, semiárido, es, sencillamente único. Las rocas dominan un paisaje en el que la vegetación se refugia en torno a un cauce que suele llevar agua en invierno y primavera. Después de jornadas de lluvia, el lugar es impresionante con enormes pozas ideales para darse un baño. En años de buenas lluvias, el cauce suele mantenerse con agua hasta bien entrada la primavera. A mitad del cauce hay una subida que lleva a Los Arcos del Coronadero, una serie de puentes naturales únicos en la isla. Ojo, hay que llevar agua sí o sí.

Casas y Barranco de Veneguera (Acceso GC-206 desde GC-200) Las cumbres de la isla se desploman en su banda del sur en lugares impresionantes como la cabecera del Barranco de Veneguera, uno de los lugares más auténticos de Gran Canaria . Muy cerca de la GC-200 se encuentra el pequeño núcleo de población de Veneguera. En la calle Los Almácigos se encuentran ‘Las Casas de Veneguera’, un pequeño conjunto de casas tradicionales con varios siglos de historia a cuestas que suponen de los mejores ejemplos de arquitectura popular rural de la isla. Si tienes ganas, puedes bajar hasta la famosísima Playa de Veneguera y más allá de lo que supone darse un chapuzón en una de las escasas playas vírgenes del sur grancanario podrás disfrutar por el camino de uno de los barrancos más bonitos de la isla. Lugar que, por cierto, está siendo objeto de una brutal restauración natural que pretende volver a convertirlo en un auténtico vergel. Genial!

La Montaña de Tauro (Acceso por GC-605 –desde Mogán o Presa de Las Niñas) Otro lugar totalmente mágico en el que se aúnan la naturaleza y la historia más remota de la isla de Gran Canaria. El sendero que sube hasta la Montaña de Tauro no es muy largo, pero es una cuesta arriba bastante pronunciada. Eso sí, la recompensa al llegar arriba es impresionante. Merece la pena el esfuerzo. No sólo te vas a encontrar con uno de los pinares mejor conservados de la isla, sino con unas vistas imponentes sobre las cumbres y los barrancos del sur. Justo en el extremo norte de la montaña se encuentra una enorme estructura de piedra construida por los aborígenes de la isla que, popularmente, se conoce como ‘la iglesia de los canarios’. Según los últimos estudios, se trataría de un lugar de culto relacionado con fenómenos astronómicos tales como los solsticios y los equinoccios. Las vistas, desde aquí, son maravillosas.

El Risco y el Charco Azul (Acceso: GC-200 desde Agaete; Sendero de 2,5 kilómetros) El Risco es un pequeño barrio del municipio de Agaete que se encuentra a medio camino entre éste pueblo del norte de Gran Canaria y La Aldea. Casitas tradicionales, huertos y las imponentes vistas sobre los riscos que suben hacia Tamadaba son la antesala del pequeño sendero (apenas 1,2 kilómetros) que nos lleva hasta El Charco Azul, un pequeño salto de agua con una poza en la que uno puede darse un baño durante casi todo el año (y muchos años tiene el agua suficiente para nadar en verano). Un rincón mágico que se encuentra a apenas unos kilómetros de la carretera. Viajar Ahora te recomienda que hagas una parada en el Bar Perdomo para comer un impresionante bocadillo de queso de La Aldea.

Pista de Tirma (Acceso: GC-2016 desde Artenara; sendero) Situado a escasos kilómetros del espectacular Pinar de Tamadaba, uno de los parajes naturales más impresionantes y mejor conservados de Gran Canaria, este sendero atraviesa importantes áreas de pinar original en su descenso hacia la costa. El sendero entero tiene 17 kilómetros y llega hasta la intersección con la GC-200 entre Agaete y la Aldea. Pero no es mala idea dejar el coche junto a la Casa de Tirma y hacer algunos kilómetros hasta la presa de Pino Gacho y volver sobre nuestros pasos. No está mal combinar este paseo con una visita a Tamadaba, desde dónde se pueden ver una de las mejores vistas de toda Canarias.

Mesa y Casas Cueva de Acusa Seca (Acceso por GC-210 desde Artenara) La Mesa de Acusa es una pausa horizontal en una comarca dominada por lo vertical. En plena Caldera de Tejeda, esta planicie elevada resalta en un paisaje marcado por las montañas que la rodean formando uno de los paisajes más imponentes de la isla. Pero más allá del paraje, lo que nos trae hasta acá es el pequeño poblado de Acusa Seca, un impresionante conjunto de casas cueva que ocupan un enorme arco natural abierto en la pared sur de la mesa. Aquí viven aún parte de los últimos trogloditas de Gran Canaria los últimos trogloditas de Gran Canaria en cuevas excavadas y acondicionadas que llevan habitadas desde tiempos anteriores a la conquista. Desde aquí parte un sendero que recorre la base de la mesa y nos descubre un mundo de cuevas artificiales, muchas de ellas con pinturas rupestres, viejos graneros y tumbas que los antiguos canarios excavaron en la roca. Es uno de los rincones más sorprendentes de la isla.

La GC-606 desde Timagada hasta El Parralillo (Acceso desde GC-60 desde Tejeda) La carretera GC-606 serpentea por la vertiente oeste de la Caldera de Tejeda. Es una vía estrecha y con multitud de curvas; un camino muy poco transitado por los viajeros que, sin embargo, es de los más bonitos y espectaculares de la isla que te permite hacer una ruta circular visitando, también, la Mesa y las casas cueva de Acusa Seca. Si vas a programar una visita te recomendamos empezar por el pequeño pueblo de Timagada y, desde aquí, volver a la GC-60 para tomar el desvío hacia la GC-606. El descenso hasta la Presa del Parralillo te hará sentir que entras en otro mundo. Una isla de peñascos imposibles, palmerales y riscos en los que se encajan pequeños pueblos muy tradicionales como El Toscón, Carrizal de Tejeda o El Juncal (GC-661).

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