Guía básica para explorar la ciudad de Belfast en dos días

Ayuntamiento de Belfast, uno de los edificios más impresionantes de la capital de Irlanda del Norte.

Viajar Ahora

No es mala idea llegar a Belfast a última hora de la tarde. La primera impresión, con las primeras sombras de la noche, te concederá una tregua y no te quedará más remedio que salir a dar una vuelta por el centro y a entrar a alguno de los pubs añejos de la capital del Ulster antes de que, alrededor de la media noche, todo quede en silencio. Locales como el Crown Liquor Saloon (Dirección: Great Victoria Street, 46; Tel: (+44) 28 9024 3187), uno de los mitos de la noche local que, según los locales, es el bar más bonito del mundo (y puede que tengas razón). Mucho menos barroco es el Kelly’s Cellars (Dirección: Bank Street, 30; Tel: (+44) 28 9024 6058), pero ahí lleva más de 160 años antes de que abriera el ‘Crown’ y ostenta el título de pub más antiguo de la ciudad (funciona como tal desde 1720) y también es una opción más que recomendable para escuchar la mejor música tradicional irlandesa en directo. Y sí, con un par de pintas en el cuerpo, uno va enamorándose de la ciudad y se va preparando para descubrirla sin prejuicios a la mañana siguiente.

Funciona el truco, y el viajero sale a caminar a la mañana siguiente con ganas de descubrir esta pequeña ciudad de poco más de 300.000 habitantes en la que todo está a tiro de piedra y en la que un par de días bastan para darse cuenta de que se ha pasado cinco o seis veces por el mismo lugar. La proliferación de aerolíneas de bajo coste ha convertido a la capital norirlandesa en una habitual de escapadas de fin de semana para viajeros europeos y posible escala no tradicional para viajeros de otras latitudes.

El Waterfront, Titanic Quarter y el centro histórico

Terminábamos la noche en un pub y la empezamos en el Mercado de San Jorge (Dirección: East Bridge, 10; Horario: L-D 6.00 – 15.00), porque nada mejor que una pinta antes de irse a la cama y de un mercado para comenzar un día. Nos encantan los mercados. Son una buena forma de tomar el pulso de cualquier ciudad y, también una gran idea para gastar esas horas que median entre el amanecer y la hora en la que abren monumentos y museos. Y éste, además, es toda una celebridad local que rebosa historia (fue construido en el siglo XVII) y actividad. Aún quedan abundantes puestos de pescados, carnes y verduras, pero también hay buenos lugares para desayunar y probar la impresionante repostería local.

Del mercado salimos en busca del cauce del Río Logan. El Waterfront, como ha sucedido en otras ciudades europeas, ha sufrido una transformación radical y ha dejado de ser un puerto decrépito para convertirse en la ‘milla de oro de la ciudad’. Caminamos hacia el norte hasta el Lagan Weir, una moderna pasarela que nos conduce a la orilla opuesta del río. Pero antes habrá que fotografiarse junto al Big Fish y hacer la inevitable comparación entre el Albert Memory Clock y el Big Ben londinense. También es buena idea separarse un par de metros del río para admirar la soberbia arquitectura victoriana del Customs House, antigua aduana de la ciudad.

Al otro lado del Logan queda Titanic Quarter; antigua zona de astilleros y fábricas que por obra y gracia de la especulación inmobiliaria se ha convertido en uno de los barrios pujantes de la ciudad. Aquí se construyó el famoso barco. ElTitanic Belfast (Dirección: Queen's Road, 1; Tel: (+44) 28 9076 6386; Ver Horario) es un moderno museo que ofrece abundante y extraordinaria información sobre el barco más famoso del mundo y su época. Hay que tomarse la visita con calma y aprovechar el pase para visitar el Nomadic, un barco coetáneo al gigante hundido que se construyó en el mismo astillero y que permite conocer los secretos de construcción de los gigantes de la era dorada de los trasatlánticos.

El centro histórico y Botanic Garden

De vuelta a la orilla occidental del Logan, podemos dar un paseo por el centro. El City Hall (Dirección: Donegall Sq; Tel: (+44) 28 9027 0456) es un buen lugar para incursionar a un lado y a otro del pequeño y coqueto núcleo histórico de la ciudad y ver otros edificios notables como la Catedral de Santa Ana (Dirección: Donegal Street), que preside las calles más añejas de la ciudad dónde hoy florecen restaurantes, tiendas de diseño y galerías de arte, o el Grand Opera House (Dirección: Great Victoria Street, 2; Tel: (+44) 28 9024 1919; Horario: L-D 10.00 – 17.00), que más allá de su valor arquitectónico, tiene una cafetería digna de protagonizar un descanso.

La línea férrea que conduce a Derry divide la ciudad en dos. Hacia al sur, siguiendo el trazado de la Dublin Road, el viajero sigue en paralelo el cauce del Lagan; pero hacia dentro. El principal atractivo de esta parte de la ciudad es el Botanic Garden (Acceso por University Road), un enorme parque que, aparte de albergar el jardín botánico de la ciudad, es asiento del Museo del Ulster (Dirección: Botanic Garden sn; Tel: (+44) 28 9044 0000; Horario: M-D 10.00 – 17.00) que cuenta con una notable colección artística que va desde restos arqueológicos del país y de culturas como la egipcia o la griega a fósiles de dinosaurios pasando por los restos de barcos españoles de la Armada Invencible que naufragaron en las costas irlandesas después del frustrado intento de invasión de Inglaterra o colecciones pictóricas. A apenas unos metros de este museo (que es de los más grandes del Reino Unido) se encuentra el precioso campus de la Queen’s University of Belfast en la que se encuentra The Naughton Gallery (Dirección: Queen's University of Belfast; Tel: (+44) 028 9097 3580; Horario: M-D 11.00 – 16.00; E-mail: art@qub.ac.uk), una de las pinacotecas más importantes de Irlanda.

La ciudad de ‘los problemas’

Cruzar bajo la autopista del Westlink te traslada de inmediato a otro Belfast completamente diferente. El paisaje urbano cambia y los edificios de inspiración victoriana y los grandes centros comerciales dan paso a manzanas de pequeñas casas de dos pisos ordenadas en hileras uniformes. Estamos a apenas un kilómetro del ‘Waterfront’. Han bastado apenas 20 minutos de tranquilo paseo por Castle Street para toparnos con esta realidad que nos traslada años atrás hasta la época de ‘The Troubles’ (los problemas), eufemismo con el que los locales se refieren al conflicto entre unionistas pro británicos y republicanos pro irlandeses que azotó Irlanda del Norte durante décadas y que alcanzó niveles de extrema violencia en la propia Belfast y la vecina ciudad de Derry, epicentro de un conflicto que segó más de 3.500 vidas durante 30 años de enfrentamiento.

Falls Road es la espina dorsal de los antiguos feudos republicanos. Un par de minutos después de haber cruzado bajo la autopista nos encontramos de bruces con ‘International Wall’, primero de los más de 2000 murales de contenido político que adornan las paredes de los principales escenarios de ‘The Troubles’. Mandela, Salvador Allende, los irlandeses que lucharon en la Guerra Civil para defender la República Española…

El arte callejero se convirtió en esta parte de la ciudad en un arma de lucha. En Falls Road esquina Svastopol Street se encuentra el mural dedicado a la figura de Bobby Sands, que adorna una de las paredes del Sinn Fein, partido republicano irlandés que propugna la incorporación de Irlanda del Norte a la República Irlandesa y poco antes habremos pasado junto al Garden of Remenbrance, que recuerda a las bajas republicanas del conflicto.

La otra cara de la moneda se encuentra en torno a Shankill Road, al norte de Falls Road. Si vas caminando, conviene dar un pequeño rodeo hasta Cupan Way (ver mapa) donde se encuentra uno de los pocos tramos del ‘Wall of peace’ (Muro de la Paz) que quedan en pie en la ciudad. Estas vallas metálicas servían para mantener aisladas a las dos comunidades. Al igual que sucede con los murales republicanos, los paneles unionistas se encuentran diseminados por todo el barrio, aunque los mejores se concentran en Shankill Road y en las inmediaciones de Shankill Parade. La zona es segura aunque el barrio unionista es menos frecuentado por los viajeros. Una buena opción para visitar los murales más interesantes en poco tiempo es acudir a los Black Cubs (taxis negros) que ofrecen excursiones de un par de horas por la zona. Otro clásico de las visitas a esta parte de la ciudad es el Crumin Road Gaol (Dirección: Crumlin Road, 53; Tel: (+44)028 9074 1500; Horario: L-D 10.00 – 16.30; E-mail: info@crumlinroadgaol.com) antigua cárcel de la ciudad y una de sus atracciones turísticas estrella.

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