Luis Casimiro: “En mis 30 años como entrenador jamás le he faltado al respeto a ningún jugador”

El entrenador del Herbalife Gran Canaria, Luis Casimiro, ha zanjado la polémica surgida desde que el jugador norteamericano Shaquielle McKissic publicara en la red social Twitter que prefería estar sentado en casa a jugar con el técnico, lo que le costó al alero la apertura de un expediente y ser apartado del equipo.

“En mis 30 años como entrenador jamás le he faltado al respeto a ningún jugador”, ha asegurado el técnico, que encuentra la causa del comportamiento de McKissic en la probable “frustración” que siente por no “adaptarse a la filosofía del club, de los roles, donde nadie destaca a nivel individual y lo importante es el equipo. Esto probablemente le ha llevado a una frustración que la ha canalizado vía redes sociales, lo cual no es lo más indicado”.

Casimiro descarta la posibilidad de que se haya quejado porque no juega, ya que “ha sido titular en 13 partidos esta temporada, promediando una media de 17 minutos cuando nuestro jugador que más juega no llega a 23 minutos”.

“A lo único que puede referirse”, recuerda el técnico “es a un tiempo muerto en San Petesburgo, frente al Zenit. Íbamos perdiendo y reclamo verbalmente la intensidad y el rigor necesario para hacer el trabajo. Entonces McKissic decide levantarse y yo lo único que hago es decir que aún no había acabado el tiempo muerto, nada más”.

Ese partido se jugó el 17 de noviembre. Han pasado 18 días en los que el Herbalife Gran Canaria ha jugado frente al Estudiantes y el Real Madrid, pasando por las ventanas FIBA, cuando sólo estuvieron en la isla, entrenando con la cantera, McKissic y Seeley. “Estuvimos en plan positivo”, asegura Casimiro, quien no entiende por qué el alero norteamericano ha decidido pronunciarse este lunes.

Lo que sí asegura es que “el nivel de exigencia es alto” por la responsabilidad a la hora de representar al club y a la isla. “En esa exigencia puede haber algún enfrentamiento, pero sobre todo a nivel verbal, nada más”.

El capitán del conjunto claretiano, Eulis Báez, ha corroborado la versión de Casimiro: “No fue una pelea, fue una discusión, como las que solemos tener en el vestuario, en las que a veces nos tocamos, pero no nos pegamos. Él lo interpretó de una manera y no nos dijo nada a nosotros”, algo que, confiesa, le hizo sentir mal porque “si hubiese sabido que se sentía de esa manera, podríamos haber hablado y buscar soluciones”.

“Yo personalmente no lo interpreté como una pelea, sino como una discusión. La situación se dio con todos, no solo él y el entrenador. Casimiro nos estaba intentando motivar, como hace siempre, buscar energía de nosotros. Lo único es que estaban sentados muy cerca el uno del otro y, cuando se levantó McKissic, el técnico le puso la mano en el hombro y le dijo que el tiempo muerto no se había terminado”, explica el ala-pívot.

Lo que apuntan ambos es que todo parece indicar que la actuación de McKissic obedece a sus intenciones de marcharse a otro equipo.