Cuando Silva y Mujica vistiendo de amarillo derrotaron al Atlético de Madrid

Silva y Mujica en la UD.

Rafael González Morera

Las Palmas de Gran Canaria —

Ahora que la Unión Deportiva Las Palmas va a jugar su último partido en el Vicente Calderón, me vienen a la memoria gratos recuerdos de antiguas confrontaciones entre colchoneros y amarillos, concretamente, uno inolvidable, en 1958 con Silva y Mujica jugando con Las Palmas, consiguiendo una gran victoria por 3-0 frente a su antiguo equipo colchonero poco tiempo antes.

Tanto Alfonso Silva como Rafael Mujica tuvieron un año antes diferencias con el presidente del Atlético, Luis Benitez de Lugo, marqués de La Florida, y esto motivó la vuelta a Gran Canaria de los dos grandes jugadores que habían salido del Club Victoria.

4 de noviembre de 1951

Pero antes de llegar ahí, recordemos brevemente el primer partido a nivel de categoría nacional en la primera temporada de la UD en Primera División, el 4 de noviembre de 1951 en el viejo Metropolitano.

No había en esos años todavía ni Carrusel Deportivo en la SER, ni Tablero Deportivo en Radio Nacional de España, y mi padre estaba algo expectante hasta las ocho de la noche para escuchar el parte, como le decían en la dictadura a los desinformativos que daban por la radio franquista.

Mientras, escuchábamos la emisión de Radio España Independiente Estación Pirenaica, del Partido Comunista que emitía desde Praga, y que un día sí y otro también pronosticaba la caída de la dictadura franquista dando esperanzas ficticias a mi abuelo Andrés y a mi padre, y también a mi otro abuelo, Pepe Morera, que vivía a tiro de piedra en Princesa Guayarmina, y a muchos republicanos que la escuchaban clandestinamente.

Mi abuela Maye, que había sufrido como mi madre, la privación de libertad de mi abuelo y mi padre internados en el campo de concentración de La Isleta por los franquistas/falangistas, desde el piso de arriba de mi casa, comunicada por una galería abalconada con el primer piso en donde habitamos nosotros, le gritaba a mi padre llena de miedo: “¡Felo, apaga esa radio, que te van a detener otra vez…!

Ni con esas, mi padre seguía enganchado a la subversiva emisora, aunque también oía la BBC de Londres, Radio Paris y Radio Moscú. Pero cuando había partido de Las Palmas fuera de casa a las ocho en punto conectaba con la denostada RNE para enterarse del resultado del equipillo.

“Estos tíos de Radio Nacional cuando dan los resultados de fútbol parece que también dan un parte militar”, decía mi abuelo Andrés muy socarrón.

La derrota en este primer partido en el Metropolitano fue contundente, y al día siguiente en Falange, el único periódico que se publicaba entonces en Las Palmas de Gran Canaria después del golpe militar franquista de julio de 1936, nos enteramos por la crónica de la agencia Mencheta de los detalles de la victoria del Atlético había ganado por 4-0.

En aquella ocasión habían jugado en el equipo colchonero cuatro canarios: Montes, Mujica, Silva y Hernández Lobito Negro. Silva fue autor de dos goles, y Ben Barek y Escudero completaron la cuenta de cuatro tantos por ninguno de los amarillos.

Montes, en esta ocasión colchonero tras haber sido traspasado por la UD, se lesionó de gravedad en el minuto 57' en choque con Gallardo, con una rodilla destrozada, y ya luego se retiraría del fútbol.

Una vez más González estuvo flojísimo, y por entonces la directiva amarilla buscaba con urgencias un portero con garantías, hasta que en enero José Casas Gris, Pepín, procedente del Alcira valenciano, firmó con los canarios debutando el Día de Reyes de 1952 frente al Celta de Vigo en el Estadio Insular.

Empezaron marcando los gallegos por mediación de Hermida, y afortunadamente terminó ganando Las Palmas por 2-1.

En el partido de vuelta, en el Insular, volvió a ganar el Atlético de Madrid, ya con Pepín en la portería, pero en esa ocasión Silva hizo una verdadera exhibición de fútbol creativo, y con Mujica fueron de los mejores de un equipo que por aquellos años era puntero en la Liga española.

El resultado fue 1-3, marcando por Las Palmas Gallardo, y por el Atlético Ben Barek y Méndez. En la portería colchonera jugó Argila, porque Montes ya no se recuperaría de su grave lesión de rodilla.

Pasado unos años me decía Manolo Montes en una entrevista que le hice en el Club Victoria para La Provincia que “sin duda alguna la lesión de rodilla que tuve en aquella ocasión y que me obligó a retirarme del fútbol, hoy día con una operación adecuada seguro que me hubiese permitido seguir jugando. Fue una lástima, recién llegado al Atlético, pero que conste que Gallardo chocó conmigo fortuitamente, sin intención malévola alguna”.

Era un caballero Manolo el patrón, por su profesión de pescador, como se le conocía en el Victoria y en el Puerto.

Después del segundo ascenso conquistado en Tenerife, con empate a cero goles en el último partido de Liga de Segunda División (1953/54), Las Palmas encaró su vuelta a la máxima categoría con el mallorquín Satur Grech en la banda.

26 de diciembre de 1954

El encuentro con el Atlético de Madrid de la primera vuelta se disputó el 26 de diciembre de 1954, pasando los jugadores la Navidad en Madrid. Un magnífico empate a dos goles deparó este choque que ya pudimos escuchar con más noticias en el Carrusel Deportivo de la Cadena Ser que había inaugurado esa misma temporada Boby Deglané y lo dirigía Antonio Marco.

Todavía no había empezado en RNE el Tablero Deportivo, que lo hizo al año siguiente de la mano de Lucio del Álamo Urrutia, pero Radio Nacional (que era portavoz del régimen fascista), en mi casa apenas se escuchaba.

Mi padre también había estrenado una radio mucho más moderna, de onda corta, media y larga, en donde cogía con más claridad Radio España Independiente, la BBC, Radio Paris, y otras emisoras extranjeras, y por supuesto los domingos por la tarde el Carrusel era sagrado.

Mi abuelo Andrés había bajado también a casa a escuchar los partidos del domingo, pero cuando, primero Coque a los 14 minutos y luego Silva al final del primer tiempo, pusieron el marcador en 2-0, la preocupación invadían ya hasta mi abuela Maye y mi madre Solita.  

Ricardo marcaría para Las Palmas en el minuto 47', y cada vez que el locutor conectaba con el Metropolitano los corazones de la familia se encogían, hasta que Sans consiguió el empate y aquello fue un delirio, una alegría inmensa.

Mi abuela Maye, que no era nada futbolera, hasta sacó unas cervezas y para mí un baya/baya. Luego, desde el minuto 67' en que marcó el mallorquín Sans, de nuevo a sufrir, hasta que el locutor informó del final del partido con empate a dos goles.

Mi padre aprovechó el jolgorio para decir a mi madre: “Sola, me voy al 'Aquí te espero' a echar una cerveza y una tapa. Me llevo al niño, igual come algo también”.

Y en el Aquí te espero, un bar de Emeterio Rodríguez que estaba hasta hace pocos años en Juan Rejón esquina a Pérez Muñoz, y que era su propietario un veterano socialista republicano que estuvo en el campo de concentración con mis abuelos Andrés y Pepe, y mi padre.

La algarabía era enorme, y en esas ocasiones la gente de izquierda confraternizaba hasta con los franquistas, sino tenían las manos manchadas de sangre. Momentáneamente festejaban los éxitos amarillos, tales eran las enormes querencias de la Unión Deportiva Las Palmas, y más cuando se producía un resultado favorable. Al día siguiente la Hoja del Lunes, que había salido a la calle en abril de 1953, hizo una gran tirada que pronto se agotó.

9 de febrero de 1958

Pero del partido que tengo un especial recuerdo fue la victoria de la Unión Deportiva frente a los colchoneros el 9 de febrero de 1958, con Silva y Mújica vistiendo de amarillos.

Rafael Mujica había debutado con el conjunto canario el 9 de septiembre de 1956 en el Estadio Insular frente al Real Jaén con victoria local por 2-0, y Silva lo hizo a media temporada, el 13 de enero de 1957, en La Coruña, en donde la UD ganó por 1-2.

Los dos grandes jugadores que habían salido del Victoria para el Atlético volvieron a su tierra natal, despertando una gran ilusión.

Pero volviendo a aquel encuentro inolvidable frente al Atlético de Madrid, un día lluvioso de febrero, recuerdo que me fui al fútbol con mis amigos del Victoria, Paulino Jorge, Pepe Juan Cardoso, Pepe Ayala, José Domingo Morales, en paz descanse, y otros muchos más.

Ya mi padre esa temporada me dejaba ir al fútbol con la pandilla, y en la grada curva presenciamos el encuentro. Llenazo en el Insular, tarde gris con chipi chipi, y Las Palmas jugó con Pepín; Pantaleón II, Mújica, Beneyto; Torres, Naranjo; Felo, Vázquez, Larráz, Silva, Macario.En el Atlético de Madrid jugó el palmero Miguel González.

El partido de los amarillos fue impresionante, y ya en el minuto 29' Alfonso Silva abrió el marcador, para luego el joven Felo conseguir los otros dos tantos en los minutos 50' y 80'.

Entre el triángulo que formaban Torres, Vázquez y Silva desarbolaron a la defensa colchonera, con Larraz y Felo de peligrosos estiletes, y Macario sembrando el pánico por la banda izquierda.

La emoción en el Insular era inenarrable, un ambiente extraordinario, y al final el gentío camino del Puerto cantaba canciones canarias, y el himno de la UD, luego el Victoria y el Costabella eran un cúmulo de alegría y de fiesta.

A mi casa llegué algo tarde, porque me fui con los amigos al Victoria, y me llevé una bronca de mi madre, porque al día siguiente tenía clase en la Escuela de Comercio.

De la estancia de Mujica y Silva en la Unión Deportiva disfrutamos muchísimo los aficionados amarillos, con tardes de excelente fútbol. Y a nivel personal tengo una anécdota con Rafa Mujica de grato recuerdo.

El portero de la sala de fiesta Costa Bella, en los bajos del Club Victoria, no me dejaba pasar pese que ya alardeaba de tener pantalones bajos, que por la época era sinónimo de ser ya un hombrecito.

Mujica era un asiduo del Costa Bella, y le saludaba siempre con gran admiración. Una noche estaba en la puerta, y me preguntó porqué no entraba, y le dije que no me dejaban. Rafa Mujica habló con el portero, y pronto me vi bailando con una sueca.

Rafael Carlos Cordero era el pianista cantaautor de la sala, muy amigo de mi padre, y entre Cordero y Mujica me sentía en la discoteca muy a gusto, y mis amigos que seguían sin entrar me tenían una envidia muy sana.

Mujica tuvo múltiples anécdotas durante su estancia en la Unión Deportiva, que terminó en 1960 cuando el conjunto canario descendió de nuevo a Segunda División, pero esa temporada protagonizó un suceso muy comentado en el Naútico. Resulta que el presidente de la UD, Cecilio López, estaba tratando de ligarse a una mujer muy guapa, Pinona, que era pareja de Mujica, y un día un tanto alegre Cecilio se sobrepasó con Pinona, y Rafa le dio tal trompada que tuvo al presidente k.o. por un buen rato sentado en una silla del bar. Mujica no terminó la temporada, y me contaba años más tarde que le habían dejado de pagar un buen dinero.

Con el descenso en 1960, con el traspaso de Pepín al Betis y de Felo y Pantaleón al Real Madrid, la UD encaró su nueva experiencia en Segunda División muy resentida en su bloque.

Se empezaron a fichar jugadores peninsulares y algunos extranjeros de poco relieve, y con un entrenador nefasto, Casimiro Benavente, y de este modo pasaron cuatro temporadas antes de volver a Primera División.

En la temporada 1963-64, con Vicente Dauder en el banquillo, consigue de nuevo el tercer ascenso a la máxima categoría el conjunto amarillo, tras haber iniciado su política de cantera incorporando a los jóvenes Tonono, Guedes, Germán, y el tinerfeño Gilberto I, la avanzadilla de lo que luego sería el gran equipo canario.

17 de diciembre de 1967

En este tercer ciclo liguero de la UD en primera división, la primera victoria del conjunto que entrenaba Luis Molowny sobre el Atlético de Madrid se produce en la temporada 1967-68, la del tercer puesto, que recuerdan los aficionados de mi generación.

El partido se jugó el 17 de diciembre de 1967, y lo presencié como enviado especial de La Provincia, qué ya se editaba desde hacía un año precisamente, tras la guerra civil, al haber sido cerrado por los franquistas.

Ese domingo jugaron por los amarillos: Ulacia; Aparicio, Tonono, Castellano, José Luis; Justo Gilberto, Germán, Guedes; León, José Juan, Gilberto I. Las Palmas ganó 1-2, marcando primero Luis Aragonés en el minuto 22', y luego empató Guedes en el 58', consiguiendo el gol de la victoria Castellano en el 82' ante el asombro de la hinchada colchonera, tal era la exhibición del fabuloso equipo amarillo.

Como periodistas también estuvieron presentes en este encuentro Luis García Jiménez, compañero de Diario de Las Palmas, Juan González por El Eco de Canarias, y lo retransmitieron Nanino Díaz Cutillas para la COPE y Segundo Almeida por Radio Atlántico

Comenté el encuentro por Radio Popular, mientras Nanino hacía el relato, y luego por telex envié la crónica de la victoria canaria para La Provincia. Un domingo inolvidable, con un gran equipo que ya era un presagio de lo que confirmaría espléndidamente en la temporada siguiente al conseguir el subcampeonato de Liga.

21 de septiembre de 1969

Llegado a este punto historicista me referiré a otra victoria amarilla a domicilio frente a los colchoneros, en la temporada 1969-70.

El equipo canario ganaría por 1-2, una victoria que viví como enviado especial de La Provincia, en otra tarde de gran fútbol. Los amarillos comenzaron ganando por mediación de León, en el minuto 10', y luego Trona en el 86' ampliaría la ventaja del conjunto que todavía entrenaba Luis Molowny.  Alberto a un minuto del final consiguió el tanto rojiblanco.

Fueron victorias de gran relieve en la época del equipo de los canarios, una etapa inolvidable que duró hasta 1983. Ahora vamos a ver si en esta ocasión se puntúa en el Vicente Calderón para seguir mirando hacia los puestos altos de la clasificación.

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