Revilla, dispuesto a “ceder” en las modificaciones fiscales que exige Podemos
El grupo parlamentario Podemos tiene la llave para que el Gobierno de Cantabria pueda aprobar sus primeros presupuestos en lo que va de legislatura. El bipartito es consciente de ello y, en consecuencia, está dispuesto a “ceder” en las peticiones de la formación morada, tal y como han afirmado este viernes tanto el presidente como la vicepresidenta de la comunidad, Miguel Ángel Revilla y Eva Díaz Tezanos.
Superado el escollo en forma de enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Ciudadanos, que ya han anunciado que no apoyarán el documento económico, los miembros del Ejecutivo se centran ahora en acercar posturas con el partido que en Cantabria encabeza José Ramón Blanco. Dos son las exigencias: una reforma fiscal que suponga incrementar el IRPF a las rentas más altas -a partir de 80.000 euros- y recuperar el impuesto de sucesiones -eliminado por el anterior Gobierno del PP- para las grandes fortunas.
A este respecto, Revilla ha hecho un llamamiento a la calma, para que quede claro que su Gobierno no aprobará ninguna medida que implique mayor carga fiscal a las clases medias y trabajadoras. “Si se suben los impuestos el año que viene, sólo será para los que ganan mucho”, ha aseverado el jefe del Ejecutivo en respuesta a preguntas de un grupo de alumnos del Instituto Miguel Herrero, que le han entrevistado para un programa radiofónico del centro, y en un posterior encuentro con los medios de comunicación.
El presidente se ha mostrado “optimista” sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Podemos que permita a la Comunidad Autónoma ser “una de las pocas” que tenga el presupuesto aprobado el 1 de enero, “incluso sin mayoría absoluta”, ha apostillado. En esta línea, ha adelantado que en la negociación que los grupos parlamentarios regionalista y socialista llevarán a cabo para propiciar la aprobación de las cuentas del año próximo “se puede ceder”.
Entrando en materia, el también líder del PRC se ha mostrado más proclive a asumir una modificación en los tramos del IRPF y, por el contrario, ha estado más reticente a la hora de ver restituir el impuesto de sucesiones, pese a que tanto su partido como su socio de gobierno, el PSOE, lo llevaban en su programa electoral. En este sentido, ha advertido del “inconveniente” que a su juicio puede suponer tal medida “en una España que no es uniforme en materia fiscal”, ya que puede provocar “una fuga de depósitos” hacia las comunidades autónomas donde no existe ese gravamen.
Ante esta situación, ha defendido la necesidad de “hacer un cálculo de las ventajas y de los inconvenientes de cobrar a las herencias altas”, en una negociación en la que participarán “mentes abiertas y que buscan lo mejor para la región”.
Por lo que respecta a la modificación de los tramos del IRPF, Revilla ha asegurado que incrementar el tipo de pagan quienes cobran más de 100.000 euros “no va a acabar con Cantabria”, ya que a su juicio es a los que más ganan a quienes hay que pedir “un poco de solidaridad, cuando hay muchísima gente que no llega siquiera a los 1.000 euros al mes”.
“El que más gana es el que más tiene que pagar y por ahí tiene que ir la discusión”, ha señalado el presidente, quien ha recordado que para mantener los servicios públicos esenciales es “imprescindible” pagar impuestos.
A preguntas de los medios, la vicepresidenta también se ha manifestado en torno a la disposición del Gobierno para aceptar las peticiones de Podemos, a las cuales, ha dicho, el Ejecutivo está “abierto”. Así, se ha declarado firme defensora de una fiscalidad mucho más progresiva y equitativa no solo como miembro del Gobierno, sino también como máxima responsable del PSOE, pero no se ha pronunciado sobre la propuesta concreta de Podemos, porque todavía no se conocen las enmiendas.
